Con la muerte de uno de los heridos en el atentado suicida del sábado en la ciudad turca de Kayseri, son ya 14 los soldados que perdieron la vida en el ataque, mientras que otros 55 permanecen hospitalizados, informó hoy la emisora NTV.
De los 55 soldados que permanecen hospitalizados, una decena continúa en cuidados intensivos.
Un conductor suicida hizo explotar ayer un coche bomba junto a un autobús de transporte urbano en el que viajaban muchos soldados que salían de permiso.
Una de las víctimas, que sufrió lesiones leves, informó al diario Hürriyet de que algunos de los militares detectaron que un coche les seguía poco antes de que el conductor suicida detonara el vehículo sobre las 05.45 GMT del sábado (08.45 locales).
El atentado aún no ha sido reivindicado por ningún grupo pero las autoridades atribuyeron ya ayer la autoría del ataque a grupos rebeldes kurdos.
El vicepresidente del Gobierno turco, Numan Kurtulmus, aseguró ayer que las pruebas apuntan a una autoría de la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistan (PKK).
Kurtulmus señaló que el tipo de explosivo utilizado es parecido al del atentado de hace una semana en Estambul, en el que murieron 44 personas y cuya autoría se atribuyó los Halcones de la Libertad de Kurdistán (TAK), un grupo radical escindido del PKK.
El ministro de interior turco, Süleyman Soylu, anunció ayer que las autoridades conocen ya la identidad del autor material del ataque.
Las fuerzas de seguridad han detenido ya a 15 sospechosos de estar implicados con el atentado, informó la agencia Anadolu.
Además, esta madrugada el Gobierno ha impuesto el toque de queda en siete localidades de la provincia de Diyarbakir, en el sureste del país, para realizar una gran operación contra el PKK.
