La provincia de Cádiz ha cerrado el año 2017 con 356.142 empleados y 157.213 demandantes de empleo. Tanto en uno como en otro caso ambas cifras se encuentran muy lejos de las registradas en los meses previos al inicio de la crisis económica, pero ayudan a respaldar las teorías de la recuperación y del cambio de tendencia. En este sentido, en lo que respecta al empleo, 2017 ha cerrado con casi 40.000 personas más afiliadas a la Seguridad Social que hace cuatro años; mientras que en el caso del paro, el número de desempleados ha caído en más de 47.000 personas durante los últimos cinco años.
En ambos casos nos encontramos con el mejor resultado de la serie histórica desde 2009 y 2008, respectivamente. Han transcurrido diez años desde entonces, lo que viene a poner en evidencia que el ritmo al que se recupera el empleo es mucho menor a la rapidez con que se destruyó. De hecho, fue en 2012 cuando se alcanzó el techo en número de desempleados, y en 2013 cuando se tocó suelo en número de personas con empleo. Fue en esos dos años cuando la curva inició un cambio de tendencia que, de momento, nos ha hecho llegar a 2018, el año en el que nos dijeron que todo podría empezar a cambiar. Las cifras no hacen sino ratificar las teorías que muchos temieron que pudieran ser ciertas, como así ha sido.
Cae, pues, el paro y sube el número de empleados, lo que situado ahora el foco de la preocupación en la calidad del propio empleo creado y en la falta de alternativas para los parados, que ya lo son, de larga duración.
“Los datos vuelven a indicarnos los déficits de nuestro mercado de trabajo, que destaca por la generación de un empleo vinculado especialmente al sector servicios, con altas tasas de temporalidad y de rotación”, critica Rafael Tejada desde CCOO, quien entiende que “que se hace imprescindible un cambio de políticas económicas y la derogación de las reformas laborales que solo han supuesto un retroceso en el empleo, en la calidad del mismo y en el progreso y desarrollo de nuestras sociedades”. La solución, según CCOO, pasa por exigir a los Gobiernos Central y Autonómico “que apuesten por una política seria, que incluyan planes de creación de empleo específico, así como apostar por la negociación colectiva para el crecimiento imprescindible de los salarios como impulsor para la recuperación del consumo y de un empleo de calidad”.
Desde otro sindicato, CSIF, consideran una “buena noticia” las cifras con las que se ha despedido el año, pero su presidente provincial, Enrique Estévez, “la precariedad laboral imperante y la temporalidad no se eliminan con esta bajada del paro estacional. La mayor parte de los nuevos contratos que se firman son de pocas horas y con unas condiciones laborales lamentables, que dejan al trabajador sin posibilidad de reclamar mejoras”, por lo que considera “urgente cambiar de manera radical el tejido productivo de la provincia”.