La primera ministra británica, Theresa May, tiene previsto hacer mañana un reajuste del Gobierno tras la dimisión el pasado diciembre de su "número dos", Damian Green, informó hoy la residencia oficial del 10 de Downing Street.
Según los medios británicos, May nombrará al actual ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, como sustituto de Green en el puesto de primer secretario de Estado, equivalente a un viceprimer ministro.
La titular de Educación, Justine Greening, podría ser retirada de este departamento, aunque se espera que los ministros destacados queden en sus puestos, entre ellos el de Asuntos Exteriores, Boris Johnson; el de Economía, Philip Hammond, el responsable del "brexit" (salida del Reino Unido de la UE), David Davis, y la ministra de Interior, Amber Rudd.
Según Downing Street, la jefa del Gobierno -que el año pasado perdió la mayoría absoluta en las elecciones generales adelantadas- también hará cambios entre los secretarios de Estado, por lo que se espera que el reajuste dure dos días -lunes y martes-.
El pasado diciembre, May forzó a Green a presentar la dimisión después de que una investigación interna del Gobierno concluyera que violó el código de conducta ministerial al hacer declaraciones "inexactas y engañosas" sobre el hallazgo de material pornográfico en su ordenador de la Cámara de los Comunes en el año 2008.
El exprimer secretario de Estado era un fuerte aliado y hombre de confianza de la primera ministra, a la que conocía desde su juventud ya que ambos estudiaron en la Universidad inglesa de Oxford.
Green, de 61 años, fue sometido a una investigación interna después de que la periodista y activista conservadora Kate Maltby se quejase de que el político había tenido una actitud "inapropiada" con ella durante unas reuniones de carácter privado.
Tras esa denuncia, los medios revelaron que la Policía había encontrado en 2008 material pornográfico en el ordenador de Green durante una pesquisa relacionada con unas filtraciones del Gobierno.
El reajuste de mañana se produce antes del comienzo de la segunda ronda de negociaciones sobre el "brexit", centrada en la futura relación comercial y de seguridad que tendrá el Reino Unido y la Unión Europea (UE) una vez que el país salga del bloque en 2019.
El pacto sobre la primera fase -alcanzado el pasado diciembre en Bruselas- hace referencia a la situación legal de los comunitarios, la factura que deberá pagar el Reino Unido por el "divorcio" y la frontera entre las dos Irlandas.
En virtud de ese acuerdo, se garantizan los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido, Londres pagará una suma considerable por el "divorcio" y la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda seguirá siendo invisible.