La empresa municipal Aguas de Cádiz, en colaboración con AEOPAS (Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento
y Saneamiento), lleva varios meses desarrollando una campaña para promocionar el agua de grifo, cuyos objetivos son que los ciudadanos se identifiquen con el agua de su ciudad y se conciencien de los beneficios que reporta su consumo.
Porque, como explica la campaña Progrifo, el agua del grifo en Cádiz es tan buena como la que más, ya que cumple con todos los parámetros sanitarios y de calidad, al estar sometida a analíticas periódicas y a tratamientos de potabilización constantes que garantizan la ausencia de contaminantes.
De hecho, durante el pasado año se realizaron 225 analíticas (por encima de lo que exige la ley), además de la medición del cloro que se hace cada seis horas los 365 días al año.
Los ciudadanos pueden verificar su calidad en la web de Aguas de Cádiz y en la del Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC), del Ministerio de Sanidad. Por si fuera poco, el consumo del agua del grifo no sólo es saludable, sino que es más ecológico y barato. Es más ecológica porque su consumo no genera residuos plásticos, vidrios, cartón, etc, y es más barata en tanto en cuanto el precio de las embotelladas es 150 veces más cara que el agua de la red de Cádiz.
Para fomentar su consumo, Aguas de Cádiz no sólo viene divulgando los beneficios de adquirir este hábito más que saludable, sino que ha puesto en marcha una imaginativa campaña basada en ofrecer envases de cristal (botellas de un litro con cierres de acero inoxidable y decantadores de un litro) con un diseño atractivo y serigrafía alusiva a Cádiz, que ha repartido entre restaurantes y particulares para servir y consumir agua del grifo.
Se han llegado a repartir 6.000 botellas entre la población en general y se están repartiendo 2.000 decantadores a los restaurantes. Asimismo, se ha distribuido en todas las dependencias públicas en las que se realizan actos y conferencias, así como en lugares de gran afluencia de público tales como museos y otros lugares relevantes de la ciudad. El atractivo diseño de ambos formatos busca convertirlos en reclamo turístico y símbolo de una ciudad que promociona un modelo de turismo sostenible.
Cádiz se suma así a ciudades tan importantes como Nueva York, Praga, Ginebra, Miami, San Francisco, Quebec, Melbourne y París. En esta última ciudad tiene mucho éxito la venta de Eau de Paris, una botella vacía que incita al consumo de agua de las redes públicas. En España, iniciativas parecidas se han desarrollado en Pamplona, San Sebastián y, más recientemente, en Córdoba.
Del mismo modo, en Francia y en Italia se promocionan los numerosos restaurantes que ofrecen el agua en jarra. El objetivo de esta campaña es que los gaditanos se sientan orgullosos del agua que beben, al tiempo que sirva para promocionar la ciudad, puesto que el diseño de la botella ofrece un mensaje claro y contundente que refuerza la idea de consumir agua del grifo y amplifica la imagen de la ciudad tanto entre los vecinos como entre los turistas que la visitan.
Por último, destacar que se van a distribuir en colegios de primaria y secundaria una serie de cuadernillos didácticos electrónicos que forman parte de la campaña de sensibilización sobre la importancia que tiene el uso correcto
del agua.
