El defensa del Málaga Miguel Torres aseguró este miércoles que se encuentra "con ganas de aportar" después de jugar un solo partido en lo que va de temporada y de recuperarse de una lesión muscular que lo ha tenido en el dique seco desde el 30 de septiembre, cuando disputó su último partido ante el Sevilla.
En rueda de prensa, Miguel Torres afirmó que el equipo está "en una situación crítica y el entrenador necesita a los jugadores al cien por cien", y consideró que la tendencia de los malaguistas es "hacia arriba" y que no merecieron perder contra Las Palmas, además de que no les está acompañando la suerte "en muchas facetas".
El zaguero dijo que la plantilla se ha reforzado "muy bien en el mercado invernal" y afirmó que "esta ciudad y este equipo no pueden permitirse no estar en Primera", por lo que, pese a ser colistas con 13 puntos, no van a bajar los brazos .
Sobre su evolución, indicó que, tras operarse, tuvo sucesivas recaídas hasta que fue a Italia y un especialista le diagnosticó que el origen de sus problemas musculares era intestinal, por lo que inició un tratamiento "para no tener más riesgos de lesión".
Miguel Torres coincidirá en el Málaga con el último fichaje, el centrocampista franco-argelino Mehdi Lacen, con el que jugó en el Getafe y al que definió como "un jugador fantástico, un gran compañero, muy exigente consigo mismo y viene para sumar".
Restó importancia a una polémica suscitada por una fotografía de una cena, el pasado lunes cuando el Málaga jugaba ante Las Palmas, con el guardameta del Atlético de Madrid Miguel Angel Moyá y el portero retirado Jordi Codina.
"Entiendo que soy una persona importante para el equipo y para el club y les muestro mi respeto a los que se hayan ofendido. Es producto, un poco, de la situación en la que estamos. Pero es una reunión entre amigos en casa, no estoy tomando vino, para nada y estoy viendo al equipo. Tengo la conciencia muy tranquila", dijo.