Sanlúcar volvió a hacerse grande en su Semana Santa. Un año más, el Martes Santo concluyó con gestos de Pasión y devoción a los titulares de las dos hermandades que desde hace dos años conviven juntas en esta jornada y que aúnan la tradición y la experiencia del Consuelo, con el buen hacer y el crecimiento que año tras año está demostrando la Hermandad del Prendimiento.
En el barrio al Palmar, se hizo el silencio cuando se abrieron las puertas de la Iglesia de los Ángeles para que el Señor del Prendimiento iniciara su procesionar por los Barrios Alto y Bajo de la ciudad, camino de su estación de penitencia. Silencio y devoción a una imagen que consigue cada año reunir a más devotos. Claro ejemplo de ello es el aumento del número de nazarenos y que ya superan el centenar.
La de 2018 era una salida especial para la Hermandad del Prendimiento, por ser el segundo año que procesionan en la jornada del Martes Santo y también por los estrenos que pusieron en la calle, comenzando por la Cruz de Guía tallada por Sebastián Montes Carpio con orfebrería de Jesús Amaro. También estrenaron el llamador del paso de misterio, con el escudo de la hermandad y dos ángeles, y la primera fase de los candelabros del paso, aún pendiente del dorado. La Hermandad del Prendimiento también tuvo un gesto de recuerdo al pequeño Gabriel, llevando un pequeño pescaíto en el frontal del paso de misterio, así como con el 400 aniversario del patronazgo de la Virgen de la Caridad sobre la ciudad de Sanlúcar, por lo que el Señor del Prendimiento llevaba colgada la medalla de la hermandad. También la labor de Donando Vidas fue recordada en el paso de misterio de esta Hermandad que, un año más, procesionó por las calles de su feligresía, modificando su recorrido. La Agrupación Musical Sagrada Resurrección de Sanlúcar, acompañó con sus sones el discurrir de esta hermandad, cuya recogida multitudinaria, arropada por su Barrio, abrió las puertas a una nueva cuenta atrás.
El peso de la tradición y el fervor del pueblo de Sanlúcar se hicieron patentes un año más en la Iglesia del Carmen. Allí los fieles esperaron a que se abrieran las puertas para ver a los titulares de la Hermandad del Consuelo, Nuestro Padre Jesús del Consuelo y María Santísima del Mayor Dolor. El paso de misterio, que la hermandad continúa dorando a manos de la doradora sanluqueña Felisa García Llanera, flanqueaba el porche de la Iglesia cuando la Banda de Cornetas y Tambores Columna y Azotes, Cigarreras Juvenil, de Sevilla, interpretaba su primera marcha. Comenzaba así su tránsito por las calles de la feligresía para adentrarse después en el Barrio Alto y completar la Carrera Oficial.
El paso de misterio iba adornado con lirios morados, mientras que el de la Virgen, lo hacía con claveles blancos y acompañado por la Banda de Música Pedro Álvarez Hidalgo, de Puerto Real. Nuestra Señora del Mayor Dolor lucía en sus manos un colgante con un pequeño pescaíto de plata, en recuerdo a Gabriel. El paso de palio lucía culminada su candelería, tras cinco años de trabajo. Clasicismo y solemnidad dejó la Hermandad del Consuelo poniendo el broche al Martes Santo, cuando se recogía pasada la medianoche de nuevo, en su templo.
