avantia ha vivido hoy un día "histórico" con el inicio de la construcción de la primera de las cinco corbetas encargadas por la armada de Arabia Saudí, el mayor contrato en la historia de los astilleros españoles con un cliente extranjero.
Unos 500 trabajadores de la factoría de Navantia de San Fernando, la más beneficiada por este contrato que asciende a 1.813 millones de euros, se han reunido para asistir al simbólico acto del corte de la primera chapa de la primera corbeta de las cinco que los astilleros españoles construirán para la Marina de Arabia Saudí.
Ante las delegaciones de las armadas de España y Arabia Saudí, encabezadas por el almirante José Luis Urcelay y el contralmirante Fahad Ali Alfuraidan, la presidenta de Navantia, Susana de Sarriá, ha destacado que este contrato, pieza clave del plan estratégico que ha emprendido la compañía, abre "un futuro esperanzador" para los astilleros públicos españoles.
Este programa, que supondrá unos 6.000 empleos anuales durante cinco años tanto para Navantia como para la industria auxiliar, "nos posiciona internacionalmente como una empresa que contribuye a la seguridad y defensa" y "pone en el escaparate un barco de altas capacidades que puede satisfacer las necesidades de otros potenciales clientes en esta región del mundo y otros puntos de interés", ha destacado la presidenta de Navantia.
Para el representante sindical de los trabajadores, Jesús Peralta, hoy es un día "histórico" para la compañía, tanto por "las vicisitudes" que ha pasado el contrato, criticado por quienes cuestionan la venta de armas a Arabia Saudí, como por "el hito tecnológico" que supone la construcción de estos buques, basados en el modelo Avante 2200 y por la creación de empleo que significará para la Bahía de Cádiz.
Los representantes saudíes han apretado el simbólico botón que ha puesto en funcionamiento la máquina con la que se ha cortado la primera chapa, una pieza de 12 por 2,4 metros, un espesor de 7 milímetros y un peso de 1.254 kilos y que formará parte de la cámara de máquinas
Más de 100 empresas auxiliares trabajarán con Navantia para cumplir este contrato que beneficiará a todos los astilleros de la compañía y, en especial, a toda la Bahía de Cádiz.
La construcción de estos buques que pesan lo mismo que 500 elefantes y necesitan 1.067 kilos de acero cada uno de ellos, supondrá una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas.
De los 6.000 empleos anuales que creará durante los próximos cinco años,, más de 1.100 serán empleados directos, más de 1.800 empleados de la Industria Auxiliar de Navantia y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores.
La entrega del último de los cinco buques está prevista para el 2022, pero el contrato incluye el apoyo al ciclo de vida de las corbetas durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.
El contrato también incluye el suministro de varios servicios como el adiestramiento de las tripulaciones, que residirán para ello un tiempo en San fernando, entre otros aspectos.
El diseño de las corbetas permite a Navantia poner en el mercado sistemas propios de última generación, como el combate CATIZ, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el puente integrado MINERVA y los motores y las cajas reductoras.