La Audiencia de Málaga ha condenado a un interno de la cárcel malagueña de Alhaurín de la Torre por prender fuego a un colchón de su celda, lo que provocó que varios internos y funcionarios resultaran afectados por inhalación de humo y la planta tuviera que ser desalojada. Así, se le imponen dos años y medio de prisión.
Los hechos sucedieron en enero de 2010, cuando, según se declara probado, el procesado, que presenta un trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad, que en el momento de los hechos le afectaba levemente a su capacidad intelectiva y volitiva, se encontraba en una de las celdas de la parte de enfermería de dicho centro penitenciario.
Este compartía la celda con otro preso cuando, "con intención de perjudicar y de causar daños y sabiendo que ponía en peligro la vida e integridad física del resto de internos y de los funcionarios de prisiones, procedió con un mechero a prender fuego al colchón de su celda provocando un incendio".
Esto provocó, según se precisa en la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, que se tuviera que desalojar a los internos de dicha planta por parte de los funcionarios de prisiones, ayudados por varios presos que de forma altruista colaboraron en dichas tareas.
Como consecuencia de dicho incendio once internos y varios funcionarios sufrieron lesiones por intoxicación leve de dióxido de carbono, requiriendo una única asistencia facultativa. Igualmente, resultó afectado el centro penitenciario con daños que fueron pericialmente tasados en la cantidad de 1.818 euros.
En el momento de los hechos, dice la sentencia, el acusado conocía el carácter ilícito del hecho pero "presentaba un importante déficit de sus facultades cognitivas y volitivas, lo que condicionarían en conjunto, una alteración severa de su imputabilidad".
Por estos hechos se le condena por un delito de incendio con riesgo para la vida, por el que se le imponen dos años y medio de prisión y como medida de seguridad el internamiento en centro especializado para el tratamiento del trastorno que presenta.
Asimismo, se le condena por 17 faltas de lesiones, imponiéndole un mes de multa por cada una de ellas con cuota diaria de cinco euros; lo que significa el pago de 2.550 euros. En ambos tipos delictivos se aplica la circunstancia que modifica la pena de anomalía o alteración psíquica.
El acusado admitió su participación en el hecho y se conformó con las penas solicitadas por el fiscal; conformidad que fue reiterada por su letrada. No obstante, en el juicio se practicó prueba testifical y pericial medico forense.
