Una vez concluida la liga, con el Arcos en quinta posición por la parte baja de la tabla -lo que implicaría su descenso a la División de Honor si fuesen cinco equipos los que descendieran-, los objetivos se han centrado en completar la dificultosa y ardua campaña de recaudar fondos para mitigar los débitos a la plantilla de jugadores -a los que se les adeuda dos meses y medio de sus emolumentos a fecha de hoy-, y al entrenador, Pepe Bermúdez. Para ello, se organizó este pasado sábado la rifa benéfica denominada “la cagá de la vaca”, que ha resultado satisfactoria ya que el premio se quedó entre los componentes de la Junta Gestora, que lo han donado al club de forma desinteresada y altruista, con lo que el alivio económico es notable al no tenerse que desprender de los 1.500 euros con los que estaba dotado el concurso, celebrado en el césped del estadio Antonio Barbadillo.
La Junta Gestora provisional, que se hizo cargo del club tras la dimisión de la directiva anterior y ateniéndose a la agenda programada cuando tomó las riendas de la entidad, ha convocado una Asamblea General Extraordinaria de socios del Arcos C.F., a celebrar este jueves a las 20:00 h en primera convocatoria y a las 20:30 h en segunda, para dar a conocer a sus socios el estado de las cuentas del club y abrir un plazo de tiempo prudencial para aceptar las posibles candidaturas a la presidencia que puedan aparecer. Por el momento, no se sabe a ciencia cierta de alguien que quiera dar el paso para hacerse con las riendas de la entidad arcense, pero hay rumores en los corrillos futbolísticos que apuntan a un cierto interés por parte de uno de los miembros de la familia Valenzuela -ha sonado el nombre de Francisco Valenzuela Fernández, nieto del anterior presidente, Francisco Valenzuela Hidalgo- para regresar a la dirección del Arcos, aunque esto no deja de ser un simple rumor.
Echando un vistazo a aquellas personas que históricamente siempre han estado dentro o muy cerca del club, como son Curro Manzano o Pedro Corona, no se vislumbra por el momento ningún movimiento tendente a un nuevo desembarco en la entidad. También es verdad que aún no se sabe cuál será la categoría que ocupe el Arcos la próxima temporada hasta que alguno de los equipos del grupo décimo que disputan la promoción de ascenso no consiga su objetivo. El que más cercano lo tendría sería el Cádiz B como campeón, pero habría de remontar el 0-1 encajado en El Rosal ante Osasuna B en el partido de ida.
Mientras tanto, la Federación Andaluza no tomará ninguna decisión definitiva en cuanto a la composición del número de equipos del grupo décimo para la próxima campaña hasta que no termine la promoción de ascenso a Segunda B, a partir, como mínimo, del 23 de junio, una fecha en la que ya podría saberse quién va a gestionar el Arcos C.F. la próxima temporada, si es que alguien se atreve a dar el paso al frente y si se cumplen los plazos electorales que marque la Junta Gestora.
La situación económica del Arcos pasa por los dos meses y medio de nómina que se le adeuda a la plantilla de futbolistas, pero se está a la espera de que el Ayuntamiento abone 7.500 euros que restan del acuerdo de patrocinio institucional, 10.000 de lo que aporta la federación Andaluza y lo que han sido capaces de recaudar los integrantes de la Junta gestora en este final de liga, el club podría acabar al día en su balance económico de la campaña 2018-19. Si el club se queda en Tercera tendría viabilidad, pero si no, el futuro sería muy incierto.
