La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado este viernes adjudicar a Aranzadi Sociedad de Ciencias el contrato correspondiente a los trabajos de exhumación de los cadáveres de la fosa de Pico Reja del cementerio de San Fernando, donde descansarían los restos de 1.103 personas represaliadas por las tropas sublevadas desde el comienzo del alzamiento militar hasta el 31 de agosto de 1936.
Así lo ha anunciado en rueda de prensa la concejal de Igualdad, Educación, Participación Ciudadana y Coordinación de Distritos, Adela Castaño, toda vez que al concurso convocado por el Ayuntamiento para contratar tales labores concurrieron ofertas por parte de Aranzadi Sociedad de Ciencias y por la unión temporal de empresas (UTE) constituida entre las sociedades Trabajos Catastrales y TCA Cartografía y Geomática.
No obstante, y según un acta municipal recogida por Europa Press, la oferta de la UTE Trabajos Catastrales/TCA Cartografía y Geomática fue excluida del procedimiento por "no acreditar la concurrencia de la capacidad de obrar exigida para la realización del objeto del contrato en la fecha final de presentación de ofertas". Y es que aunque TCA había "ampliado su objeto social para dar cobertura a las prestaciones objeto de contratación, si bien dicho acuerdo fue adoptado antes de la finalización del plazo de presentación de proposiciones, no cumplía con el requisito de inscripción en el Registro Mercantil que exige la normativa vigente".
Así las cosas, el contrato ha sido adjudicado a Aranzadi Sociedad de Ciencias, que según Adela Castaño comenzará "en diciembre" con los trabajos de exhumación con un equipo de un historiados, cinco antropólogos, cinco arqueólogos y diez operarios de apoyo, contando para ello con "personal especializado de Sevilla".
Según ha precisado Adela Castaño, tras ser licitado el contrato por 1.209.999,89 euros, la adjudicación ha sido formalizada con una baja "del cinco por ciento", toda vez que el plazo de ejecución de los trabajos de exhumación es de cuatro años y el proyecto presupuestario del Ayuntamiento de Sevilla para 2020 contempla medio millón de euros para la "primera anualidad" de esta actuación.
En el plano de la financiación, por cierto, la concejal socialista ha recordado que sigue "pendiente" de ser formalizado el convenio gracias al cual La Diputación de Sevilla y la Junta de Andalucía colaborarán económicamente con este proyecto. "Estamos en los últimos trámites", ha asegurado.
LA FOSA DE PICO REJA
Recordemos que según historiadores como José Díaz Arriaza, la fosa de Pico Reja podría acoger los restos de 1.103 personas represaliadas por las tropas sublevadas desde el comienzo del alzamiento militar hasta el 31 de agosto de 1936, figurando entre las víctimas miembros de la corporación municipal de la época, algunos alcaldes e incluso diputados. Podría ser, de hecho, la fosa donde descansarían los restos de Blas Infante, ejecutado precisamente en agosto de 1936, como ha recordado la concejal.
Los resultados de la investigación inicial de esta fosa, encargada por el Ayuntamiento a la empresa TCA Geomática, están plasmados en una memoria de intervención recogida por Europa Press y que corrobora "tanto las noticias escritas como orales sobre la existencia de la fosa con restos de personas enterradas tras el golpe militar de 1936", pues la fosa en cuestión constituye un depósito "colectivo" de cadáveres enterrados sin ataúdes y sin que la posición de los cuerpos se atenga a "los rituales funerarios habituales".
EXCAVACIÓN INICIAL
Según dicho volumen, dada la localización de restos óseos que corresponderían a un "mínimo" de seis personas en la excavación inicial de la investigación, con indicios de "episodios de violencia" en dos de los casos y en un sondeo superficial de apenas dos metros cuadrados, "es posible mantener las cifras manejadas por Díaz Arriaza" respecto al número de cuerpos que albergaría la fosa, e incluso "aumentarla".
Y es que según se detalla en este libro, tras haber acogido los cuerpos de las personas represaliadas desde el inicio del alzamiento hasta acabar agosto de 1936", la fosa de Pico Reja habría sido "reutilizada en momentos posteriores", pues por ejemplo fue localizado un fragmento de engarce de cristal de Bohemia con la inscripción del nombre oficial de la Segunda República Checoslovaca durante 1938 y 1939.
Igualmente, la memoria de intervención expone que las dimensiones de la fosa "exceden las barajadas a priori" y la misma "sobrepasa el espacio ajardinado que presenta forma de triángulo", toda vez que en paralelo a esta investigación, el Ayuntamiento hispalense ha recogido muestras genéticas de al menos 155 personas susceptibles de contar con lazos familiares con personas represaliadas quizá enterradas en la citada fosa común, para su posterior cotejo con los restos de las víctimas una vez sean exhumadas y lograr así su identificación.