El papa Francisco dijo hoy que en el Sínodo sobre la Amazonía celebrado en el Vaticano se ha escuchado el grito de los pobres y de la tierra y que no es posible ser indiferente.
Francisco celebró como cada domingo el rezo del Ángelus desde la ventana del palacio pontificio y tras la misa de clausura del Sínodo en el que los obispos, expertos y líderes indígenas han abordado las problemáticas de la región durante tres semanas.
"El grito de los pobres, junto con el de la tierra, nos llegó desde el Amazonas. Después de estas tres semanas no podemos fingir que no lo hemos escuchado", afirmó.
"Las voces de los pobres, junto con las de muchos otros dentro y fuera de la Asamblea del Sínodo: Pastores, jóvenes, científicos, nos animan a no quedar indiferentes", añadió.
Al respecto de la defensa de la Amazonía explicó que se ha escuchado muchas veces la frase: "más tarde es demasiado tarde" y lamentó que "no puede quedarse en un eslogan".
Agregó que en el Sínodo se han buscado nuevos caminos para la proclamación del Evangelio y animó "a dejar las cómodas costas de nuestros puertos seguros para adentrarnos en las aguas: no en las aguas pantanosas de las ideologías, sino en el mar abierto donde el Espíritu nos invita a lanzar nuestras redes".
"Para el camino que vendrá, invoquemos a la Virgen María, venerada y amada como reina del Amazonas", dijo Francisco, que señaló que "se ha convertida (en reina del amazonas) no conquistando si no inculturizándose".
En el documento final de este Sínodo se analiza y denuncia la situación de la Amazonía y de sus poblaciones originarias y se afirma que "la Iglesia se compromete a ser aliada de los pueblos amazónicos para denunciar los atentados contra la vida de las comunidades indígenas, los proyectos que afectan al medio ambiente, la falta de demarcación de sus territorios, así como el modelo económico de desarrollo depredador".
Se aprobó además la propuesta de poder ordenar sacerdotes a hombres casados en las zonas más aisladas de esta región, así como dar nuevos ministerios y funciones dentro de la Iglesia a las mujeres, aunque sobre la creación de diaconisas se pidió seguir estudiando.
También se ha aprobado otro de los puntos más polémicos: el de estudiar un rito amazónico en las celebraciones para dar "una respuesta a la petición de las comunidades" y en el que se valore "la cosmovisión, las tradiciones, los símbolos y los ritos originarios que incluyan dimensiones trascendentes, comunitarias y ecológicas".