El jueves 17 de noviembre de 2016 se celebraba en San Fernando una procesión de traslado del Santísimo desde la iglesia castrense de San Francisco, hasta la antigua capilla de la residencia de San José, en la calle Tomás del Valle, convertida desde ese momento en capilla de Adoración Perpetua.
Ayer domingo se celebraba el tercer aniversario de la apertura de la capilla, por lo que en la tarde del sábado, el obispo diocesano, Rafael Zornoza Boy presidió una eucaristía para dar gracias por los frutos de esta capilla en San Fernando. El arcipreste de San Fernando, Gonzalo Núñez del Castillo, concelebró con el obispo, así como el diácono José Manuel Camacho Somoza.
Medio millar de adoradores
Desde la apertura de la capilla se cuenta con más de medio millar de adoradores que se reparten las horas de adoración a lo largo de la semana. Son 168 horas en las que el Santísimo está acompañado, procurándose en cada turno al menos dos adoradores.
La existencia de medio millar de adoradores es necesaria para cubrir aquellos huecos que puedan quedar libres por imposibilidad de asistencia del adorador.
En este último año, también se ha dado más accesibilidad a la capilla de Adoración Perpetua con la construcción de una rampa que facilite la entrada de personas con movilidad reducida, y que se veían imposibilitadas por las escaleras de acceso.
La estructura organizativa de la capilla de Adoración Perpetua es lo que garantiza el normal funcionamiento de la misma, siendo la de San Fernando, la primera capilla de Adoración Perpetua de la diócesis de Cádiz y Ceuta, cuando se abrió en 2016.