El secretario provincial de este sindicato, José Encinas, explicó que, como consecuencia de esta reforma, el Cuerpo Nacional de Policía ha puesto a disposición provisionalmente sus propios calabozos para albergar a los detenidos, por lo que éstos son conducidos a la Comisaría de la Policía Nacional después de su arresto.
Esta información fue confirmada por uno de los mandos superiores de la Policía Nacional, quien, además, reseñó que dentro del protocolo que rige estas actuaciones se refleja que la custodia de los detenidos sigue estando a cargo de los agentes del Instituto Armado. En este caso, son dos los efectivos de la Benemérita que, tras tramitarse las actuaciones oportunas en la Comandancia de la Guardia Civil por parte de la unidad actuante, llevan al detenido a la Comisaría de la Policía Nacional de la avenida El Embarcadero.
Según esta fuente policial, la capacidad existente en la sede del Cuerpo Nacional es suficiente para albergar tanto a los sospechosos procedentes de sus propias detenciones, como a los de la Guardia Civil, amén de los inmigrantes que llegan procedentes de las pateras que intentan surcar las aguas del Estrecho para llegar a las costas campogibraltareñas.
Seguridad e Higiene
Según indicó el representante de la asociación profesional, las motivaciones que han dado lugar a estos trabajos son, principalmente, por higiene y seguridad de los sospechosos. Estas dependencias, que cuentan con capacidad aproximada para unos 25 presos, contaban con aristas y otros elementos cortantes que podían suponer un riesgo para los detenidos, sobre todo en previsión de que pudiesen hacerse daño a sí mismos.
De igual modo, está previsto eliminar todo el alicatado de las celdas, dado que en ocasiones se han utilizado las losetas como objetos arrojadizos por parte de sus ocupantes, indicó Encinas, quien no pudo precisar cuánto tiempo durarán los trabajos.
También se ha previsto la posibilidad de que se modifique la distribución actual del espacio de las celdas. Actualmente estas estancias -las más pequeñas tienen capacidad para dos personas- tienen, según se entra a la izquierda, un muro de metro y medio de altura, y detrás un retrete de pequeñas dimensiones. En un saliente de poco más de un metro de ancho, se dispone un camastro.
Las obras de reforma estarían incluidas en los presupuestos destinados este año a las obras en puestos y comandancias de la comarca por el Ministerio del Interior y la Junta de Andalucía, cifradas en 206.307 euros.
Ratas
La presencia de roedores en las dependencias de la Guardia Civil este verano, coincidiendo con las obras que se siguen llevando a cabo en las viviendas de los módulos de la Comandancia, ha podido ser, según fuentes consultadas por este diario, uno de los motivos de que se hayan acometido estas obras de reforma.
Hay que recordar, como ya adelantó EL FARO INFORMACIÓN en su edición del pasado 16 de agosto, que el primer lugar donde aparecieron las ratas, a mediados del pasado mes de julio, fue precisamente en una de las celdas de los calabozos. Este episodio, que se produjo tras levantarse uno de los colchones de las celdas, obligó al desalojo inmediato de toda la zona de calabozos. En aquel momento podía haber, según estas fuentes, entre cinco y diez presos, dependiendo del número de detenciones que se hubiesen practicado en aquellas fechas.
Las oficinas de Tráfico se vieron también afectadas por aquella plaga, e incluso uno de los roedores llegó a subirse por las piernas de un agente, comentaban las mismas fuentes.
Según las fuentes consultadas por este diario, la plaga de roedores en la Comandancia de Algeciras habría mermado considerablemente en los últimos meses, aunque no hay confirmación de que haya desaparecido.
Según parece, el llenado de los desagües fue un revulsivo importante, dado que el hecho de que estuviesen vacíos se apuntaba como posible causa de la plaga. Desde que se aplicó esta medida, comenzó a disminuir considerablemente la presencia de ratas.
