El Congreso de Estados Unidos aprobó este jueves un plan de rescate de casi 500.000 millones de dólares para ayudar a los hospitales y pequeñas empresas frente al coronavirus, que ha paralizado la economía y ha dejado sin empleo a 26 millones de personas en las últimas cinco semanas.
La votación se produjo en la Cámara de Representantes, en un ambiente tenso en el que demócratas y republicanos intercambiaron reproches y que se alargó varias horas más de lo previsto debido a que los legisladores tuvieron que votar en turnos para evitar aglomeraciones.
La iniciativa recibió el aval de 388 de los 435 legisladores y solo recibió cinco votos en contra, entre ellos los de la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, que representa parte de los barrios de El Bronx y Queens en Nueva York, los más castigados por la pandemia.
Ocasio-Cortez, la congresista más joven de la historia de Estados Unidos, fue la única miembro de su partido que rechazó la medida al considerar que es insuficiente porque, por ejemplo, no incluye ayuda para quienes tienen dificultades para pagar su alquiler o hipoteca.
Para convertirse en ley, el paquete solo necesita la firma del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ya ha indicado su disposición a una rápida ratificación.
"Estoy agradecido de que el Congreso haya respondido mi llamada para ayudar a los trabajadores estadounidenses y los pequeños negocios", manifestó hoy el mandatario en una rueda de prensa.
LOS DEMÓCRATAS CONSIGUEN AYUDA PARA HOSPITALES
La iniciativa incluye 321.000 millones de dólares en préstamos con interés bajo para pequeñas y medianas empresas, 75.000 millones para hospitales y 25.000 millones para incrementar el número de test que se hacen a nivel nacional.
En principio, los republicanos querían que la propuesta sirviera solo para ayudar a pequeños negocios, pero los demócratas lograron que se incluyeran fondos para hospitales y pruebas para detectar el virus.
Se trata del cuarto plan de rescate aprobado por el Congreso, de manera que hasta ahora se han destinado casi 3 billones de dólares a paliar los estragos económicos del virus.
"DEDICO ESTA LEGISLACIÓN A MI HERMANA QUE SE ESTÁ MURIENDO"
Durante el debate, la representante demócrata Maxine Waters, de California, dio un emocionante discurso en el que brevemente recordó a su hermana, que se encuentra grave tras haber contraído el virus.
"Voy a tomar un momento para dedicar esta legislación a mi querida hermana, que está muriendo ahora mismo en el hospital de San Luis, Misuri, infectada por el coronavirus", dijo con la voz temblorosa y en pie Waters, que llevaba una mascarilla y guantes negros.
La enfermedad está empezando a tener un impacto en familiares de miembros del Congreso. Este mismo jueves, la senadora Elizabeth Warren, que compitió por la nominación presidencial demócrata, anunció que uno de sus hermanos, de 86 años, había muerto en la noche del martes por el virus.
SOLUCIONES PARA UN POLÉMICO REPARTO DE FONDOS
De manera independiente al paquete de alivio, la Cámara de Representantes aprobó este jueves la creación de un órgano legislativo para supervisar un programa de ayuda a pequeños negocios, que fue creado por el Congreso en marzo y que se quedó sin fondos en apenas dos semanas.
El problema de ese programa fue que compañías multimillonarias como Ruth's Chris Steak House, Potbelly o ShakeShack recibieron entre 10 y 20 millones de dólares cada una de los 350.000 millones iniciales que aprobó el Congreso, mientras que muchos otros negocios se quedaban sin alivio, una revelación que generó una fuerte polémica.
La presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelsoi, explicó que el nuevo órgano "se asegurará de que las inversiones históricas de los contribuyentes se usan de manera sabia y eficiente, y de que nadie les está estafando".
Los republicanos han criticado la creación de ese órgano porque consideran que, en realidad, busca criticar la respuesta al virus de la Administración de Trump.
26 MILLONES DE PERSONAS EN DESEMPLEO
Este mismo jueves, el Departamento de Trabajo anunció que más de 26 millones de personas han solicitado el subsidio de desempleo en las últimas cinco semanas, en una señal de la gravedad del impacto económico de la pandemia, que ha acabado con los puestos de trabajo que se crearon tras la crisis del 2008.
Solo la semana pasada, 4,4 millones de personas se colocaron en la fila del desempleo, mientras que la venta de viviendas nuevas bajaron en marzo un 15,4% con respecto al mes anterior.
El parón ha provocado protestas de activistas de derecha en varios estados, que reclaman el fin de las medidas de aislamiento y la reanudación de la actividad económica.
En las últimas semanas, Estados Unidos se ha convertido en el foco central de la pandemia con más de 856.200 casos y 47.272 fallecidos, según los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins.