El portero madrileño Ismael Gil estaba completando buenas actuaciones con el Atlético Sanluqueño hasta que la competición quedó frenada por culpa de la expansión del coronavirus en España y en el resto el mundo. La confirmación del Estado de Alarma le cogió en Sanlúcar de Barrameda. Está confinado en su casa curiosamente con sus padres, que estaban de visita en la ciudad y que decidieron no regresar a la capital de España. También le acompaña su perro, un pastor alemán.
No soy político pero las restricciones llegaron tarde y se reaccionó cuando el virus dio la caraEl guardameta de Vallecas resalta que “tengo la suerte de tener a mis padres en Sanlúcar. Desde que se decretó el Estado de Alarma y con lo que se comunicaba desde Madrid decidimos que se quedaran aquí y yo encantado. Tengo al resto de la familia y a mis amigos lejos de Sanlúcar pero todos están bien, unos en casa y otros currando, que es lo más importante. En Sanlúcar de Barrameda se lleva esto de otra manera. Aguanto aquí y agradezco a nuestra casera lo bien que se está portando con nosotros. En Navidad sí que pude disfrutar con mi familia en Madrid”.
Sobre lo que ha padecido su tierra con la aparición de esta pandemia señala que “Madrid es muy grande. No soy político pero creo que las restricciones se hicieron tarde y se comenzó a actuar cuando dio la cara. La comunidad tiene una población enorme, mucho transporte público y aglomeraciones de personas. El personal sanitario ha sido un ejemplo y lo dice que el número contagios, enfermos y muertes ha ido descendiendo. Se montó un Hospital en poco tiempo. Me siento orgulloso de ser de Madrid”.
Resalta que “nadie se hubiera imaginado haber llegado a esto. Nuestros abuelos sí han vivido una guerra civil o una dictadura aunque son situaciones distintas. Nos tendremos que adaptar a una forma de vida. Hay mucha incertidumbre y personas que sólo piensan en llevar comida a sus casas. Todos nos tenemos que ayudar porque hoy por tí, mañana por mí”.
De cómo lleva ejercitarse para no perder la forma señala que “no dispongo de una chalet con césped para completar el trabajo que nos ha mandado Manolo Salado, nuestro preparador físico. Es un trabajo específico que llevamos seguido con una video conferencia. Hago gomas en casa pero todos trabajamos lo mismo para no perder la forma”.
De lo que queda de temporada espera que “no se juegue más porque la salud está ante todo. Un ascenso no sirve de nada si mañana se muere tu padre o tu abuelo. Creo que es una locura que la Primera División y la Segunda División A se juegue. Se le quiere hacer un test a todos los jugadores cuando hay muchos sanitarios en España que siguen esperando. Si hablamos de la Segunda División B y de Tercera está claro que no habrá test”.
En todo caso entiende que “si se juega sería a puerta cerrada y sería una pena porque somos mucho de la gente. Me daría rabia porque me gusta escuchar a la gente y sentir el apoyo de los aficionados. En este aspecto creo que me gané el respeto de la afición del Atlético Sanluqueño, algo que agradezco”.
Isma Gil renovó una temporada más para continuar en el Atlético Sanluqueño semanas antes de la suspensión de la competición, que todo apunta a que no finalizará. Resalta que “todo ha venido así. Paramos con el sabor amargo por la destitución de Abel Gómez. La temporada estaba siendo buena porque nunca entramos en puestos de descenso. Si no hay más Liga seguiremos en la Segunda División B, que da tranquilidad. Se habla de implantar una categoría intermedia pero pienso que eso es devaluar la Segunda B. Hay clubes importantes que se alejarían de la Segunda A al haber más destancia”.
