Con la iconografía de una alcantarilla y una playa, junto con el lema: “¡Cuidado! El Atlántico comienza aquí”, la Delegación de Medio Ambiente, a través de Chiclana Natural, pretende lanzar un mensaje de concienciación medioambiental sobre el vertido de productos u objetos a las alcantarillas que contaminan los océanos.
La red de pluviales del casco urbano la componen miles de puntos de desagüe conectados a los 221 kilómetros de colectores distribuidos por la ciudad. Su misión es evacuar las aguas limpias, osea las de lluvia, al medio natural. A diferencia de la red de fecales, que son las consideradas aguas “negras”, la red de pluviales no lleva sus aguas a la depuradora, algo lógico y natural, dado que sería imposible para las EDARs abarcar todo el caudal que podría llegarles en épocas de lluvias.
Es por ello por lo que no están pensadas para recoger residuos. Para ello la ciudadanía dispone de los contenedores y papeleras. Aún así los ciudadanos tienen que tener conciencia de las necesidades de no arrojar ningún tipo de residuos a estos elementos esenciales para las redes del Ciclo Integral del Agua en el municipio.
En este sentido, el delegado municipal de Medio Ambiente, Roberto Palmero, afirma que “cuidar de nuestras playas y de nuestro río Iro comienza por pequeñas acciones que desarrollamos en el propio casco urbano, y la ciudadanía debe saber y conocer que proteger al medio ambiente está en nuestra mano simplemente evitando que pequeños restos u objetos lleguen al medio natural a través del saneamiento viario”.
Chiclana Natural, junto con la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (Aeopas) —a la que pertenece— no han dejado pasar una conmemoración tan significativa como el Día Mundial del Medio Ambiente para poner en marcha esta iniciativa. Uno de sus principales fines es, tal y como recuerda Palmero, “evitar que un mayor número de plásticos y microplásticos sigan contaminando la vida marina de nuestro río Iro y del océano Atlántico en general en el que se enmarca nuestro litoral. La vida en el mar ya está dando suficientes muestras de lo nocivo que supone que estos materiales sigan contaminándola”.
Palmero apunta, además, que “los municipios costeros como Chiclana tenemos que ser aún más precavidos a la hora de evitar estos problemas para nuestro Medio Ambiente, puesto que su afectación en el medio fluvial y marino es mucho mayor que en ciudades de interior. En la actualidad estamos estudiando nuevas iniciativas que nos permitan avanzar en la línea de la protección de estos espacios naturales evitando que esta contaminación se produzca”.
Chiclana Natural ha venido realizando en los últimos meses diversas campañas junto con Aeopas para concienciar, por ejemplo, contra el vertido de toallitas húmedas a los inodoros; o por el uso seguro del agua del grifo durante la pandemia del coronavirus. Además, el programa de Educación Ambiental en la escuela ha desarrollado varias acciones formativas que han incidido en acciones similares.