Los usuarios del centro de transeúntes han bajado de una media de más de 25 personas a nueve. Ante estas circunstancias, la apertura como albergue de temporeros “se ajustará a la fecha propuesta por el Foro Provincial de la Inmigración”, ésta es, del 9 al 15 de noviembre. Así lo confirma la edil de Políticas Sociales, Ángeles Díaz, que se está planteando retrasar la apertura incluso más allá del día 9.
“Nos planteamos abrir antes porque tuvimos una subida de acogida. Al tener esta bajada, aunque estamos preparados para llegar al 100% de la ocupación (56 plazas), no podemos abrir como albergue de temporeros porque al ser una red provincial hay otros municipios que no están en la misma situación y les obligaríamos a abrir sus centros”, asegura.
Díaz señala que, de seguir así, retrasará la contratación de personal de refuerzo para la limpieza. “Será necesario cuando la capacidad del centro sea más alta”, reconoce. La noche del 30 al 31 de octubre pernoctaron 28 personas. Del 31 de octubre al 1 de noviembre la cifra se mantuvo. La noche del 1 al 2 de noviembre se registraron 24 usuarios, y la noche del 2 al 3 de noviembre durmieron nueve usuarios.
Hasta ahora, se trata de hombres, mayoritariamente, nacidos en Marruecos, Senegal y Mali.
Aunque pueden pernoctar cuatro noches y tener cubiertas las necesidades de alimentación, higiene e intérprete de idioma, no están agotando los días de estancia. “A la primera o segunda noche, están fuera. La mayoría está pasando una noche”, explica.
Díaz señala tres perfiles de usuarios. Por una parte, quienes no buscan trabajo, pero conocen el dispositivo y apuran unas noches. “Hay un grupo en las calles que están esperando poder volver a su país”, explica. Por otra, quienes agotan los días y al no conseguir trabajo en un tajo, se quedan en la calle. Finalmente, la mayoría llega al centro y durante la estancia encuentran trabajo.
Las restricciones de movilidad en la provincia ha sido una de las causas de la bajada de usuarios, según apunta el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, que asegura que el ritmo de atención en los comedores de la institución sigue alto. “Seguimos ofreciendo doscientas comidas diarias entre los comedores de la parroquia de Belén y San Roque (cenas) y en el centro de día de Santa Clara (desayuno, comida y cena)”, afirma.
El coordinador del dispositivo de atención a temporeros durante la campaña, Carlos Escobedo, confirma que se ha producido “un repunte” de inmigrantes que pernoctan en la calle, sin concretar cifra, porque están en fase de evaluación. Los grupos de voluntarios ya están preparados para realizar salidas nocturnas.
