Carlos Carretero, ex jede de la Policía Local de Ubrique, ha asegurado no haber atentado contra la salud pública por un delito de narcotráfico, así como ha afirmado no estar implicado en la operación “Cobradiezmo” en la que la Guardia Civil ha detenido a más de veinte personas entre Arcos, Bornos y Jerez vinculadas a una organización criminal que se dedicaba a acumular grandes cantidades de marihuana para su posterior venta al por mayor en distintas ciudades del norte de España.
Así lo ha explicado esta mañana en una comparecencia pública ante los medios de comunicación en la que ha reconocido que ayer fue trasladado a la Comandancia de la Guardia Civil para declarar como investigado después de que en uno de los registros realizados apareciera una caja con munición a su nombre, localizada en un chalet en Arcos de la Frontera en el que había vivido de alquiler hasta hace dos años y en el que ahora vivía su hijo, que sí ha sido detenido como presunto implicado en la trama.
La confusión, según el ex jefe de policía, se habría originado debido a que en ese registro, que data del pasado 30 de noviembre, cuando se llevaron a cabo las detenciones, apareció una bolsa que él había dejado olvidada en su día con pertenencias de la indumentaria de inspector de Carretero junto a la munición de su antigua arma reglamentaria.
Carlos Carretero ha señalado que necesitaba dar estas explicaciones tras la publicación de su nombre vinculado a la operación desarrollada por la Guardia Civil, así como ha insistido en no tener ninguna implicación en la trama, ni tener causa alguna abierta con la justicia, más allá de tener que justificar ahora la existencia de la munición en el citado domicilio. Asimismo, preguntado por si conocía las presuntas actividades ilícitas de su hijo, ha insistido en que todo lo relacionado con el caso está bajo secreto de sumario, al tiempo que ha admitido que no tenía mucha relación con él.
