El administrador diocesano de Asidonia-Jerez, Federico Mantaras, se mostró este martes partidario de que las hermandades mantengan la celebración de sus cultos cuaresmales siempre que sea posible dado que “el futuro es incierto” y nunca se sabe “lo que va a pasar”.
“Podemos hacerlo aunque sea de una forma especial, con más separación, con menos gente, pero no debemos confiar en el futuro porque el futuro es incierto. Es mejor hacerlo en las fechas previstas y así damos culto a Dios y nuestras imágenes, que es lo importante, porque el Señor necesita de nuestras oraciones ahora más que nunca”, argumentó en el programa Luz de Pasión, que se emite semanalmente en 7 TV Jerez, en vísperas del inicio de la Cuaresma.
Mantaras también aludió al decreto promulgado recientemente en el que animaba a las hermandades a mantener los templos abiertos en Semana Santa y de este modo favorecer el acercamiento del pueblo en general a sus imágenes.
En este sentido, vinculó esta petición al deseo del Papa Francisco de que se preste especial cuidado a la piedad popular, considerando que esa apertura de templos permitirá tomar conciencia de que se vive “un tiempo especial”, dado que “son días importantes” que no deben ser confundidos con “un periodo de vacaciones”.
“Las imágenes nos acercan a vivir intensamente este tiempo litúrgico, por eso tenemos que aprovechar esa religiosidad popular para que nadie se quede ajeno pensando que este es un tiempo de vacaciones normal y corriente. Son los días más importantes, en los que Cristo muere en la cruz, derrama su sangre por nosotros y después resucita gloriosamente para traernos la vida eterna”, explicó.
Una Cuaresma especial
La Cuaresma que ahora comienza coincide con una crisis sanitaria que obliga a modificar muchos hábitos.
El administrador diocesano anima a los cristianos a vivirla “como un tiempo de gracia” en el que “adentrarnos en nuestro interior”.
“Este medio confinamiento que estamos viviendo nos puede ayudar incluso a entrar un poco más en el silencio de nuestro interior y encontrarnos con Dios, que es el único que puede sanar nuestras heridas”, subrayó.
En esta línea, insistió en la idea de vivir la Cuaresma como “un tiempo de conversión” en el que “no perdamos la esperanza” porque “Dios es mucho más fuerte que el coronavirus y que todas las pandemias, es el Señor de la vida y el único que nos puede librar de este mal”.
“Pero lo importante no es cómo salgamos de la pandemia, sino que salgamos cambiados, que salgamos nuevos y mucho más cerquita del Señor. Espero que sea un tiempo de purificación”, apostilló.
La Diócesis de Asidonia-Jerez afronta la Cuaresma con la sede vacante y con la esperanza de que en breve sea elegido un nuevo pastor.
De momento el empeño de Federico Mantaras es “mantener toda la vida de la Iglesia local”, aunque “sin innovar”.
“Estamos esperando y expectantes a ver si tenemos pronto alguna noticia, a ver si nos viene un pastor para nuestra diócesis, pero no se sabe, puede ser antes de Semana Santa, antes del verano o en cualquier momento. Será cuando Dios quiera”, concluyó el administrador diocesano.
