El Ayuntamiento de Arcos ha retirado una importante cantidad de residuos sólidos inertes (escombros) junto al río Guadalete y el IES Guadalpeña, para visibilizar así una campaña que tiene por objetivo llamar la atención de la población para que no deposite este tipo de residuos que son altamente contaminantes. De hecho, durante los últimos días se ha logrado retirar hasta cien toneladas de escombros, y la previsión es que se alcance hasta las 300 toneladas. Este volumen da una idea del daño que estas prácticas hacen al medio ambiente, pues se trata de residuos que no son degradables y que acaban perjudicando gravemente a la fauna, a la flora y sobre todo a la calidad del terreno, pues en algunos casos incluyen hasta amianto, un material cancerígeno como demuestran los estudios científicos.
El delegado municipal de Medio Ambiente, Jesús Rojas, solicita a la población que deposite correctamente los escombros en los puntos homologados, mientras que el alcalde asegura que estas prácticas no solo dañan al medio ambiente, sino además a la imagen de la ciudad, ya que en numerosas ocasiones esos depósitos se realizan en parajes protegidos, de gran belleza y valor ecológico.
“Si todos nos hacemos responsables de las cosas, todo irá mejor”, señala Isidoro Gambín, que recuerda además el importante gasto en materiales, mano de obra y maquinaria que tiene que realizar el Ayuntamiento para retirar estos residuos. “Tenemos que cambiar la mentalidad, ser responsables, y que los escombros se depositen en el lugar adecuado”, solicita el alcalde. Cabe señalar que los escombros resultantes de pequeñas obras arquitectónicas realizadas por particulares deben depositarse en el almacén municipal de El Jadramil. De tratarse de grandes cantidades, deben ser las empresas constructoras las que gestionen su depósito en los puntos homologados como así reza en su decálogo profesional.
