Arcos de la Frontera es a día de hoy el tercer municipio gaditano mayor de 20.000 habitantes con menos casos de COVID-19, por detrás de la capital y de El Puerto de Santa María. Su incidencia acumulada es de 55,2 casos por 100.000 habitantes, ligeramente más alta que la semana anterior. Sin embargo, los casos positivos han aumentado a once en siete días y a 17 en la quincena.
Según la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, se mantiene en 37 el número de fallecidos durante el último año y en 2.037 el de personas infectadas, 1.639 ellas reconocidas como curadas. A todo ello, unos quince policías locales de Arcos acudieron el pasado miércoles a la vacunación llevada a cabo en las instalaciones de Ifeca en Jerez. Las fuerzas de seguridad ya han comenzado este proceso de vacunación al estar consideradas como personal de mayor riesgo frente a la COVID-19.
Algún agente ha sufrido fiebre y malestar general, lo cual es normal. El descenso de los contagios ha coincidido a su vez con la reducción de las restricciones, puesto que este viernes Arcos cumplirá dos semanas dentro del nivel 2 de alerta sanitaria, y no se prevén cambios en la situación de cara a la reunión del comité de alertas. Por lo que respecta a la presión asistencial en la provincia, al cierre de esta edición había 22 personas ingresadas en el hospital de Jerez, de las que 18 permanecían en planta y cuatro siguen en UCI.
