El cortometraje ‘14 días’, de los directores Diego Contreras y Pascual Rosales, no termina de acaparar premios y reconocimientos por su calidad en todos los sentidos. Ambos profesores del IES Guadalpeña de Arcos realizaron este trabajo hace ya dos años junto a un grupo de alumnos y compañeros profesores. Desde entonces, el corto ha recibido algunas de las distinciones más notables en su género. El último de ellos ha sido el reconocimiento del 25 Festival de Cine de La Almunia, concretamente en el Concurso de Cortometrajes Escolares de Valores Educativos y Ciudadanos, al obtener el premio en la modalidad de Secundaria nacional.
El centro educativo percibe por este premio 300 euros en metálico, pero sobre todo un nuevo respaldo hacia el trabajo y creatividad de sus precursores. La entrega de premios tuvo lugar el pasado sábado 5 de junio en la localidad aragonesa, en una edición marcada inexorablemente por la pandemia del COVID, pero que permitió la presencia de un público más distante, lógicamente, para guardar las medidas de seguridad sanitaria.
La gala estuvo dirigida y presentada por la simpática actriz Laura Torrijos-Bescós y registró la entrega de una veintena de premios. Diego Contreras agradeció la acogida y sobre todo el “atrevimiento” de convocar una gala en una situación sanitaria como la que vivimos, así como la colaboración de las empresas de Arcos, el apoyo de las familias y el trabajo inconmensurable de los equipos artístico y técnico del montaje.
El profesor dijo haber advertido cómo combinando enseñanza y cine “se puede conseguir valores muy importantes para los alumnos y alumnas que serán muy válidos en sus vidas”, y destacó la importancia de trabajar en equipo. El codirector de ’14 días’ Pascual Rosales dejó constancia de cómo hace ocho años ya nació este proyecto de introducir el cine en las aulas, hasta el momento con excelentes resultados.
Cabe recordar que el corto ‘14 días’ trata la historia de una joven cuyos padres la privan del uso del móvil por ese tiempo, lo cual es posiblemente uno de los peores castigos a los que se puede someter a la generación adolescente de este siglo XXI.
