La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a penas de cinco años y siete años de prisión a los dos patrones de una patera que fue interceptada con 13 personas más a bordo en agosto de 2020 después de que ambos intentasen huir de la Guardia Civil con "maniobras evasivas" que pusieron en "peligro" a la patrullera.
La sentencia de la Sección Tercera, a la que ha tenido acceso Europa Press, impone a N.B. y a M.S.I., de 24 y 30 años, cinco años de cárcel por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y siete meses de prisión por sendos delitos de resistencia a la autoridad.
El tribunal considera probado que, de común acuerdo y con la intención de enriquecerse ilícitamente, promovieron de forma directa la inmigración clandestina de personas con destino España.
Indica que, en ejecución de dicho plan, junto a 13 personas, salieron en la madrugada del 14 de agosto de 2020 desde Orán (Argelia) a bordo de una embarcación de fibra de cinco metros de eslora por dos de manga, con motor fueraborda de 115CV, con una bomba de achique que no funcionaba, y "sin pericia ni capacitación técnica ni práctica exigida para navegar en alta mar, usando un GPS portátil, así como repostando combustible".
La embarcación fue detectada por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil a 15 millas náuticas de las costas de Almería pero cuando la patrullera se aproximó para que detuviera la marcha, el tribunal señala que los acusados, sin respetar las señales de detención, incrementaron la velocidad para no ser detenidos.
Media hora después, sin ser perdidos de vista por los agentes del Servicio Marítimo, la embarcación llegó cerca de la playa, y sin detener la marcha, los 13 ocupantes de la embarcación saltaron al agua y los acusados emprendieron la huida rumbo de vuelta a las costas argelinas, superando los 30 nudos de velocidad, según recoge el fallo.
Tras varias millas siguiendo su estela en persecución, la Guardia Civil le dio alcance y les indicó que detuvieran la marcha, pero los acusados, "lejos de deponer su actitud, con total desprecio al principio de autoridad y a la función que los agentes desempeñan, realizaron múltiples maniobras evasivas tales ciabogas con grave riesgo para la patrullera, que tuvo que recortarles varias veces, hasta que finalmente detuvieron la marcha", señala.
El tribunal relata que uno de los acusados arrojó al mar el GPS que portaba en la mano siendo recuperado e intervenido y destaca que ambos se le encontró encima 500 euros en efectivo.
Destaca para apreciar el subtipo agravado que, durante el viaje, ambos "pusieron en peligro la vida e integridad de todos los que viajaron a bordo de la embarcación, al no reunir la misma las condiciones de seguridad mínimas para garantizar la seguridad de la vida humana en el mar".
La sentencia detalla que la patera, por sus características técnicas, "no estaba capacitada para realizar trayectos de 100 millas náuticas" ni para el número de ocupantes que transportaba ya que la capacidad máxima era de la mitad.
Subraya el tribunal que el peso se vio "incrementado" además "por las garrafas de gasolina que portaban" en tal número, según concreta, "que creaba un gran peligro de incendio o deflagración a bordo tanto por ser sustancia volátil como por el modo de repostaje en movimiento mediante manguera".
Añade que carecían de equipo de navegación salvamento, contraincendios, achique o radiocomunicaciones, pues la embarcación "solo contaba con un chaleco salvavidas para 15 personas, un GPS portátil, un compás magnético, y los cubos con los que sacaron el agua de la embarcación por falta de funcionamiento de la bomba de achique".
"De igual modo, la falta de seguridad en la navegación se vio agravada por las características concretas del tráfico en la zona por la que discurrió la embarcación durante el viaje, al ser utilizado por 23 buques mercantes", concluye.