El 28 de mayo próximo, es decir dentro de seis meses, se elegirán los concejales de todos los ayuntamientos de España y, de forma indirecta, los representantes de las cuarenta y una diputaciones provinciales. Hasta ahí, lo previsto. Al interés intrínseco que se le supone a unas elecciones en las que se designa al administrador más cercano al ciudadano, se le une la expectación, en Andalucía, por conocer si el gran resultado electoral cosechado por el PP en las autonómicas se hará extensivo a las entidades locales, incluidas las instituciones supramunicipales en las que esa formación no ha gobernado como son las diputaciones de Sevilla, Huelva y Jaén.
Tiempo habrá, en medio año, de analizar todo lo concerniente a estos comicios de los que, en algunos casos, no se conoce aún ni los candidatos a las alcaldías, ni siquiera qué formaciones presentarán listas en las ocho provincias. Traerlos -esos comicios- a la palestra hoy, en este espacio, es para compartir mi escandalera cuando compruebo que las campañas electorales se anticipan ya, prácticamente,
sine die.
Ya conocemos esa máxima que practican muchos regidores, ésa de no dejes las inauguraciones ni las primeras piedras para el período electoral. La planificación municipal pasa, en muchas casos, por acercar todo lo posible los nuevos proyectos y realidades a la fecha de los comicios, pero sin riesgo del tirón de orejas de la Junta Electoral. Hasta ahí, lo asumido.
Cuando empiezo a alucinar es al ver ya en las calles carteles con el nombre del candidato a la Alcaldía, como ocurre en Sevilla con el popular José Luis Sanz, quien lleva en campaña desde que dejó el Ayuntamiento de Tomares. Digo Sanz porque lo he visto, pero no descarto que los pasquines ya adornen otras calles de Andalucía. Las precampañas cada vez se mimetizan más con los 15 días de campaña que, bajo mi punto de vista, son ya excesivos. Los ciudadanos no necesitan tantos días para decidir su voto. Por lo tanto, una reducción de la campaña supondría un beneficio, no solo económico, también mejoraría nuestra salud mental. Les he hablado de las municipales, pero qué quieren que les cuente de las generales de 2023 ya que todos los partidos están con sus cábalas electorales y prácticamente no hay acción que no pretenda un rédito propio o un descrédito del rival. Pero, cuando lleguemos a ese río ya hablaremos de ese puente.