El otro día, recordando el 1 de agosto de 1965, la palabra indignación y la lealtad y el cariño hacia un hecho que muy pocos recuerdan ahora mismo en esta Hueva de mis ¿amores? afloran en mi ánimo recordando que ese día, en vísperas precisamente de las Fiestas Colombinas, dejaba de emitir en Onda Media la emisora decana de la radio pública española, allí, o aquí, justamente en el número 1 de la avenida de Martín Alonso Pinzón, o Gran Vía, o esquina a plaza de las Monjas e iglesia de las Agustinas, o en los altos de la cafetería Pelayo. Hoy, necesariamente me detengo en el soportal de acceso y sigo comprobando que aquella placa conmemorativa del nefasto acontecimiento no tiene ningún viso de aparecer algún día, lo mismo que, caminando hacia el Ensanche Sur, o barriada de Pescadería, me adentro en el llamado Centro de la Comunicación y observo que un hecho histórico de tanta envergadura apenas llama la atención del visitante, y eso, para Huelva y para cualquier onubense que se precie es algo pero mucho que lamentar y necesariamente llamado a la rehabilitación…
Sí, al hilo de la historia, porque aquella Radio Huelva de mi infancia y luego mi casa siendo Radio Nacional de España en Huelva, dejaba de emitir con un indicativo que ahora mismo prefiero no recordar a pesar de que al correr de la historia se haría un poco de justicia desde los servicios centrales de Radio Nacional de España en Madrid, en pleno Paseo de la Castellana y donde funcionaba todo aquel aparato que luego formaría parte de la llamada Casa de la Radio, hoy todavía en conexión con Radio Nacional de España en Huelva a través de su unidad informativa, compartida con TVE en la más que onubense calle La Fuente, donde todavía subsisten elementos de las primitivas instalaciones que a raíz de la desaparición de RNE Huelva dieron paso en 1971 a la entonces llamada Radio Peninsular de Huelva, integrada en la cadena del mismo nombre, y así hasta el 23 de noviembre de 1978, aparece de nuevo la que nunca se podrá olvidar como -repito e insisto, ojo al dato, y ¡viva Huelva!- la emisora de radio publica decana de la radio española. ¡Casi ná!...
La historia sería implacable porque el año 1985, RNE pasa a ser delegación informativa y su programación se nutre exclusivamente de programas nacionales y regionales. La plantilla es excesiva y se produce un trasvase que por cuestiones de supervivencia no resulta demasiado traumático y a mí me incentiva el salto a Madrid, donde después de 8 años retorno a esta tierra a veces y tantas veces tan maltratada, como ahora mismo se puede comprobar -y marginada en otros campos- adentrándonos en el susodicho Centro de la Comunicación de Pescadería, erigido casi en exclusivamente a un profesional de la radiotelevisión española, de Huelva, pero consolidado precisamente en Madrid.
La verdad es que me cuesta trabajo ser demasiado crítico con esta iniciativa que ha cuestionado precisamente el Ayuntamiento y que por lo visto camina a cambio de sede y dicen que para potenciarlo. Las cosas así y si es verdad que la justicia debe imperar también en estos hechos no puedo omitir mi desagradable sorpresa ante la insignificante presencia de la emisora de radio pública “decana” de España, algo que por lo mismo que sorprende ante el derroche en torno al paisano que da nombre al espacio no se han dignado exhibir elementos y recuerdos acreditativos; al menos una placa en el mismísimo acceso, lo mismo que debería ser restituida la que desapareció del soportal de Gran Vía, número 1. Sí, que Huelva no puede olvidar al profesional que narró desde Nueva York la llegada del hombre a la Luna, pero bajo ningún concepto un hecho tan singular como este decanato -unido al del Real Club Recreativo de Huelva en el fútbol español- hacen que a la hora de potenciar ese dinámico museo gire sobre el onubense Jesús Hermida Pinedo y el medio de comunicación español más que histórico desde el año 1937, expandiendo sus ondas desde El Conquero. Otro día más y más méritos a recordar, ¿verdad, doña Pilar, don Ignacio?... Eso.
