Una juez de Almería ha condenado a penas que suman dos años y tres meses de prisión a un hombre que realizó "trompos" con el coche junto a un colegio cuando era hora de recoger a los alumnos, tras lo que se resistió a dos policías locales, de forma que llegó a lesionar de forma leve a uno de los agentes.
La sentencia, dictada por conformidad y consultada por EFE, señala que el acusado ya fue condenado en agosto de 2020 por un delito de desobediencia, si bien en el momento en el que se produjeron los hechos ya había cumplido dicha pena.
Así, sobre las 13:55 horas del pasado 25 de marzo circulaba por Alhama de Almería en un vehículo por la calle Manuel Amate Rodríguez, a la altura del cruce con la calle Alcalde Juan Martínez.
El hombre, que se dirigía a un aparcamiento ubicado junto al CEIP Inmaculada Concepción, conducía a gran velocidad y realizó tres "trompos", a pesar de que había "numerosos" coches y padres que iban a recoger a sus hijos al colegio.
Al ver lo que hacía y que los padres de alumnos tenían que apartarse para no ser atropellados, agentes de la Policía Local se acercaron al acusado y le pidieron que parase el motor del automóvil y les mostrase su documentación.
Sin embargo, el hombre aceleró y dio marcha atrás, momento en el que acometió contra uno de los policías, que salió despedido y cayó al suelo.
El acusado continuó marcha atrás mientras otro agente intentaba quitar la llave del contacto.
Para evitar que retirase dicha llave, el condenado sacó de la chaqueta un cuchillo de 15 centímetros de hoja y se lo mostró al policía, mientras el coche seguía marcha atrás y "sin control".
Dado que aún había un gran número de padres que esperaban a sus hijos, y ante la actitud del hombre, los agentes tuvieron que reducirlo para parar el motor del vehículo y detenerlo.
Una vez detenido, mientras esperaban que llegase la Guardia Civil, el condenado se quitó un grillete de la mano y comenzó a correr a gran velocidad. Aunque se resbaló, empujó a uno de los agentes y logró huir, por lo que tuvo que ser arrestado de nuevo por agentes del Instituto armado más tarde.
Según el fallo, el hombre actuaba bajo la "influencia del consumo de bebidas alcohólicas", por lo que se ha aplicado la atenuante de embriaguez a la hora de dictar penas.
Por estos hechos ha sido condenado a seis meses de prisión por un delito contra la seguridad vial, por el que también se le priva del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores durante un año y medio.
Además, le han sido impuestos un año y nueve meses más de cárcel por un delito de atentado a agentes de la autoridad; sendas multas de 12 meses, a razón de seis euros al día, por dos delitos leves de lesiones, y otra multa del mismo tipo por un delito de quebrantamiento.
Por último, tendrá que abonar 150 euros a cada agente de la Policía Local en concepto de indemnización.