La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 32 años y una mujer de 35, ambos con antecedentes delictivos, acusados robar en ocho establecimientos comerciales, hosteleros y oficinas, algunos de ellos a punta de cuchillo, ubicados en un mismo barrio de Níjar en el que además residían, con lo que crearon una "gran alarma social".
Según ha indicado la Comandancia en una nota, los arrestados se habrían caracterizado "con atuendos propios de otros países" para no ser identificados por las víctimas y podrían haber contado con la colaboración de un tercer implicado, por lo que no se descartan nuevas detenciones.
Los detenidos empleaban dos 'modus operandi' diferentes, ya que por una parte y en varias ocasiones, aprovechaban la noche para acceder a los comercios y hacerse con el dinero extrayendo el bombín de la cerradura de la puerta de entrada; mientras que en otras ocasiones, actuaban a primera hora de la mañana, utilizando un cuchillo para amenazar a sus víctimas y robarles dinero y efectos personales, tales como teléfonos móviles y ordenadores.
Los delitos se han sucedido desde el pasado mes de febrero en diferentes tiendas de ropa, oficinas y establecimientos de hostelería cuyos locales se sitúan en una misma avenida y en sus calles perpendiculares. Se da la circunstancia de que los presuntos autores residían en la misma zona, lo que les habría permitido "observar y tener controlados los horarios y rutinas de estos comercios".
La investigación se inició a raíz de las denuncias presentadas por las víctimas. Los agentes de la Guardia Civil encargados de la investigación recogieron los indicios disponibles en los comercios donde se cometieron los robos y recabaron los testimonios de las víctimas y de varios vecinos.
La colaboración ciudadana y los elementos de seguridad instalados en algunos de los comercios permitieron a la Guardia Civil, tras una "ardua investigación", identificar a los autores de los hechos.
En el transcurso de la investigación, con la información disponible y los análisis realizados, la Guardia Civil diseñó un dispositivo para la prevención y vigilancia en la barriada donde habían ocurrido los robos con la finalidad de poder obtener más datos que pudiesen estar vinculados a los hechos delictivos.
Entre las actuaciones se establecieron una serie de dispositivos móviles de vigilancia que permitieron localizar a los dos sospechosos, pese a que trataron de darse a la fuga por las calles aledañas, siendo finalmente detenidos por los agentes. Posteriormente, también fueron reconocidos por las dos víctimas que habían sufrido robos con amenaza con arma blanca. Las diligencias y los detenidos fueron puestos a disposición judicial.