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Miércoles 27/11/2024
 

Almería

La Mancomunidad del Almanzora pide abrir el hotel del Algarrobico con la inhibición de PSOE y el apoyo de PP

La Mancomunidad de municipios del Valle del Almanzora ha aprobado con los votos favorables de los 16 alcaldes del PP y PSA, y la "inhibición" de los regidores del PSOE la moción que aboga por la apertura del hotel de Azata del Sol en el paraje de El Algarrobico, en Carboneras

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La Mancomunidad de municipios del Valle del Almanzora (Almería) ha aprobado con los votos favorables de los 16 alcaldes del PP y PSA, y la "inhibición" de los regidores del PSOE la moción que aboga por la apertura del hotel de Azata del Sol en el paraje de El Algarrobico, en Carboneras.

   La asamblea, que integran 26 ayuntamientos, ha respaldado por mayoría el contenido textual de la moción elaborada por el primer edil de Carboneras, Salvador Hernández (Gicar), en el que se insta alcanzar un acuerdo que, partiendo de la "legalidad incuestionable" del hotel, "posibilite su conclusión y reactivación" con el fin de crear "cientos de puestos de trabajo de forma inmediata en la construcción y otros muchos, a medio plazo y de forma estable, en el sector turístico en el levante almeriense".

   Según ha explicado en declaraciones a Europa Press el presidente de la entidad y alcalde de Alcóntar, Antonio Ramón Salas (PP), el apoyo se sustenta en el "sentido común" ya que la demolición del establecimiento de una veintena de plantas y 411 habitaciones "traería unas consecuencias desproporcionadas" a las comarcas de su entorno y "haría quedar bajo mínimos la credibilidad de la provincia de cara a futuras inversiones".

   "¿Qué credibilidad y que imagen proyectarían las administraciones y que dudas generaría sí a un empresario con todos los permisos en regla se le ha dejado construir y luego no se le ha dejado terminar la obra?. Estoy convencido de que lo pagaríamos caro en un futuro a corto plazo", ha defendido en su intervención Salas, para quien el derribo del inmueble de Azata constituiría "una barbaridad". "El sentido común aconseja rehabilitar el hotel para ayer", ha apuntillado.

   Ha hecho referencia, en esta línea, al coste de la demolición, que ha fijado en unos 300 millones de euros, y a la "pérdida de 500 puestos de trabajo". "Hemos perdido el norte y no puedo entender cómo, desde la esfera política, se puede defender su derribo cuando somos los que tenemos que dar la cara ante los ciudadanos y defender sus intereses". Al hilo de esto, ha criticado la "inhibición" de los regidores del PSOE "que no son capaces --ha añadido-- de no dejarse plegar por los intereses de su partido".

El PSOE APELA A LA "COHERENCIA"

   Por su parte, el portavoz de los nueve alcaldes socialistas que integran la Mancomunidad del Almanzora y primer edil de Serón (Almería), Juan Antonio Lorenzo, ha indicado a Europa Press la decisión de inhibirse, tal y como se ha hecho constar en acta, ha sido "meditada al margen de opiniones personales" y responda al "respeto" por un conflicto que están "en manos de la Justicia y de otras administraciones".

   "Más allá de juicios de valor y de prejuiciar, no queríamos influenciar y queríamos ser coherentes con lo que defiende el PSOE-A, y hemos decidido que no procedía intervenir", ha trasladado Lorenzo, para quien la moción "no debía haberse incluido nunca en el orden del día de la asamblea ya que no cabe en una Mancomunidad a la que queda lejos de su ámbito de influencia" el controvertido hotel.

   En alusión a la sentencia hecha pública el miércoles por la que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) restablece el paraje como "espacio protegido no urbanizable", ha señalado que, si bien no ha decantado el sentido de la decisión de los ediles del PSOE, "sí no ha ratificado en que debíamos inhibirnos". Lorenzo ha declinado entrar a considerar el voto favorable que los regidores socialistas dieron a la moción en el seno del pleno de la Mancomunidad del Levante y se ha limitado a asegurar que la "respeta".

   El presidente de la entidad ha precisado que comunicará el resultado de la votación al primer edil de Carboneras y, a partir de ahí, "nos pondremos a su disposición en lo que estime oportuno para trabajar en favor de la apertura del hotel siempre --ha matizado-- dentro del ordenamiento jurídico vigente y guardando lo que debe ser la buena praxis política".

   La Mancomunidad de Municipios del Levante Almeriense, integrada por 14 ayuntamientos de los que tres están gobernados por el PSOE, respaldó por "unanimidad" la moción que recoge, según se subraya en el texto, el sentir de "decenas de pymes y centenares de trabajadores de la zona que confían ante la que está cayendo" en poder superar con esta reactivación "la falta de actividad y el paro".

   Sostiene, asimismo, que la Junta de Andalucía creó las "condiciones urbanísticas adecuadas con instrumentos de planeamiento urbanístico" para programar el desarrollo turístico del municipio "carente de infraestructuras hoteleras dignas" y que el polémico inmueble debía ser la primera consecuencia de ese plan.

   El escrito lamenta, asimismo, que "la paralización de la obra y la consiguiente y sistemática propaganda mediática hayan cortado de raíz esas posibilidades con perjuicios irreparables" y cuestiona que el derribo del establecimiento de una veintena de plantas y 411 habitaciones suponga la recuperación del entorno natural.

"NADA QUE RECUPERAR"

   En esta línea, señala que "no hay nada que recuperar porque realmente no hay nada" y se pregunta si existe "algún estudio técnico fiable que garantice la restauración medioambiental" ya que, según subraya, la "reversibilidad de espacio construido a natural ha sido descartada por todos los técnicos y expertos cualificados que han visitado la construcción".

   En concreto, alude como problemas la escasa consistencia del terreno, el tratamiento dado al cerro en bancadas para el asentamiento de la edificación escalonada, la disposición de los cimientos de la edificación anchos y profundos, la imposibilidad de efectuar recubrimientos artificiales por las pronunciadas pendientes y "sobre todo" la fuerte acción erosiva en esta zona del viento y las lluvias torrenciales, lo que, sumado --señala--, haría que persistiese tras la demolición "una imagen de ruinas a perpetuidad, antagónica con el fin ecológico y naturista perseguido".

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