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Martes 19/11/2024
 

Almería

Libertad vigilada para los cuatro menores acusados de encubrir el crimen del joven marroquí

La familiar de Nasar se concentra en la Ciudad de la Justicia para pedir un cambio en la Ley del Menor Aseguran que no revelaron el asesinato "por miedo a represalias" de los presuntos autores materiales

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El juez de Menores ha decretado este viernes libertad vigilada para los cuatro menores de entre 14 y 17 años detenidos como presuntos encubridores del apuñalamiento mortal del joven marroquí de 18 años Nasar, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado hace dos meses semienterrado en una playa de Almerimar, en El Ejido (Almería) con evidentes signos de violencia.

   Tras prestar declaración ante la Fiscalía de Menores, la fiscal encargada de la causa ha interesado la adopción de esta medida al considerar que todos eran conocedores del crimen y no lo relevaron a la Guardia Civil, según han informado a Europa Press fuentes del caso. El cadáver del joven, según reveló la autopsia, presentaba, al menos, 23 puñaladas.

   Los dos principales acusados, de 14 y 16 años, y de nacionalidad española, admitieron en su testimonio el jueves en sede judicial su participación "directa" en el apuñalamiento, por lo que el juez acordó, tras la petición de la fiscal, el internamiento de ambos en un centro de menores en régimen cerrado como presuntos autores de un delito de asesinato.

   Los cuatro adolescentes señalados como presuntos encubridores, entre ellos dos chicas, han llegado a la Ciudad de la Justicia a primera hora de la mañana para prestar declaración después de que se acordase dejarlos en libertad con cargos pocas horas después de su arresto el miércoles.

   A las puertas del edificio judicial de la Carretera de Ronda de la capital almeriense, amigos de Nasar junto a sus padres y a su hermana, enarbolaban pancartas en las que pedían "justicia" y la modificación de la Ley del Menor en vigor con la consigna "menores pero asesinos".
"MIEDO A REPRESALIAS"

   Fuentes del caso han indicado a Europa Press que los cuatro menores han declarado ante la fiscal que guardaron silencio sobre el asesinato "por miedo a represalias" por parte de los presuntos autores materiales si bien la Guardia Civil considera, de acuerdo al contenido de las intervenciones de sus teléfonos autorizadas por el juez, que participaron "activamente" en "mantener el secreto" e, incluso, les "apoyaron".

   Los cuatro han reconocido que "sabían" que entre la víctima y los principales imputados por el crimen existía "trapicheo" con objetos de valor como "teléfonos móviles, bicicletas y videoconsolas". Las escuchas practicadas y contenidas en el sumario revelarían, no obstante,  que todos los implicados en los hechos tenían "algún tipo de relación con el menudeo de droga" aunque ante la sede judicial ninguno de los seis detenidos ha hecho mención a este extremo, según han asegurado las mismas fuentes.

   Durante la comparecencia posterior, la fiscal ha interesado la adopción de la medida de libertad vigilada aunque el letrado que ejerce la acusación particular por parte de la familia de la víctima se ha opuesto y ha solicitado el internamiento en centro de menores.   El juez se ha avenido a la petición del Ministerio Público y ha decretado para los cuatro libertad vigilada.

   El contenido de la medida y las reglas de conducta que deberán adoptar en cumplimiento de la misma se concretaran la próxima semana durante una nueva comparecencia ante el juez a la que serán citados una vez que el equipo técnico integrado por psicólogos, educadores y trabajadores sociales hayan elaborado su informe.
"PROBLEMA CON UNOS MÓVILES"

   Los dos menores de 14 y 16, y nacionalidad española reconocieron durante su declaración este jueves ante la Fiscalía de Menores su participación en distintos grados de la autoría del apuñalamiento mortal y lo achacaron, según las mismas fuentes, a "desavenencias" debido un supuesto intercambio de "teléfonos móviles y videoconsolas". Así, habrían admitido los hechos con una "frialdad inusitada" y sin mostrar arrepentimiento de cara a la familia de la víctima o pesar por su fallecimiento aunque sí por sus propias familias.

   El cuerpo sin vida del joven magrebí de 18 años, cuya desaparición había sido denunciada por su familia el 20 de noviembre ante la Comisaría de Policía Nacional de este municipio del Poniente almeriense, fue encontrado el 16 de diciembre por un transeúnte que caminaba por la playa de Almerimar. Estaba semienterrado en la arena, en una zona localizada en las inmediaciones del camping de esta urbanización ejidense.

   Los seis menores fueron arrestados hace 24 horas en el núcleo urbano de El Ejido y en la urbanización de Almerimar en el marco de una actuación que se inició por orden del Juzgado de Instrucción número 5 de El Ejido. Los padres de la víctima interpusieron denuncia por la desaparición el 20 de noviembre y el cuerpo sin vida fue encontrado un mes después en las inmediaciones del camping de Almerimar con evidentes signos de violencia.
INVESTIGACIÓN

   La operación 'Airsoft', que se inició tras el hallazgo del cadáver, comenzó con una minuciosa inspección ocular de la zona donde se encontró el cuerpo, lo que permitió a los agentes extraer una serie de vestigios y pruebas "de suma importancia" para el buen término de las pesquisas.

   Según informó la Comandancia, la Policía Judicial centró su actuación en el análisis del entorno social de la víctima y sus dedicaciones, aficiones, pautas de conducta y relaciones, así como lazos laborales y de amistad de la víctima y su entorno más cercano.

   Este estudio permitió dibujar un "detallado" mapa de vínculos y relaciones, que determinó que existía relación entre la víctima y varios menores. La detención de los presuntos autores materiales de los hechos, así como de sus encubridores, se realizó tras dos registros domiciliarios donde los agentes intervinieron diversos efectos, entre ellos las herramientas con los que fue enterrado el cadáver.

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