El informe preliminar sobre la realización de sondeos arqueológicos para la localización, delimitación y exhumación de fosas republicanas en el Cementerio de San José y Santa Adela de la capital almeriense concluye el "desmantelamiento" sufrido en el primer recinto del camposanto desmantelamiento y su amortización ya que los más de 2.000 restos encontrados y clasificados finalmente corresponden a enterramientos de caridad.
Según el documento que recoge detalladamente las labores desarrolladas entre el 17 de noviembre y el 5 de diciembre por el equipo de arqueólogos contratados por la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, los restos exhumados "no dejan duda de que nos encontramos ante enterramientos de caridad e inhumaciones de fetos, abortos y recién nacidos".
Se constata así que en las dos fosas que se llegaron a explorar aparecieron restos "revueltos" que, en ningún caso, pertenecerían a víctimas de la represión o de la Guerra Civil, tal y como planteaba el proyecto en un principio, según el informe consultado por Europa Press.
Ante esta situación, el equipo interventor aclara en el inicio del informe preliminar que "en ningún momento, ni en documentos, ni a través de los historiadores, el equipo técnico que prevé llevar la intervención arqueológica a cabo recibe información determinante que indique que las fosas en tierra han sido desalojadas o exhumadas en varias ocasiones para ser reutilizadas".
En esta misma línea, el texto apunta que "los familiares nunca han recibido ninguna solicitud para el traslado de los restos de sus familiares, y aunque existían vagos rumores en relación al desalojo de restos, no creían que estos pudieran haberse producido".
Con esto, hacen alusión a la aparición de "distintas fotografías" que "vendrían a confirmar el desmantelamiento". A esto, los resultados arqueológicos y las primeras aportaciones del estudio antropológico llevarían a "verificar el testimonio del último enterrador", que advirtió en la fase final de los trabajos de los movimientos de tierras registrados entre 1966 y la década de los 70. Esta información también aparece en un portal web que mantiene la Junta.
Asimismo, el informe aclara que el familiar que aportó las fotografías solamente sabía que "se habían producido trabajos en el cementerio", pero no era conocedor del "desmantelamiento". De esta manera, los restos que fueron exhumados como resultado de estas catas han sido depositados en un nicho en el actual cementerio municipal.
El texto refleja además el deseo de la familia de Martín Márquez, uno de los desaparecidos, de que se compruebe el vaciado de la fosa donde se localizaría su familiar "aunque todo indique que fue desalojado". El documento destaca que el proyecto "tomó como base la solicitud realizada por Manuela Márquez, familiar de Martín Márquez a la cual, en 2013, se suman cinco peticiones más". También apunta a que la fosa en la que se localizaría el último alcalde republicano de Cuevas del Almanzora se situaría en un lugar "casi inaccesible" por situarse bajo unos nichos.
Así las cosas, es la Administración andaluza la que deberá ahora resolver si se atiende la petición de la familia Márquez o si, por el contrario, se descarta continuar con los trabajos que se suspendieron a principios de diciembre. No obstante, casi un mes después el cementerio mantiene abiertas las catas a la espera de que el Gobierno andaluz determine cuándo y cómo va a proceder al cierre de las fosas señalizadas.