Llegaron las vacaciones y con ellas el merecido descanso tanto para el alumnado como para los docentes, aunque estos no las tengan todavía porque les queda un tramo de tiempo, hasta el 1 de julio en el que tienen que ocuparse de rellenar y tramitar multitud de papeleo exigido por la Administración de Educación, además de la preparación del curso siguiente. Han sido meses de trabajo y actividad en condiciones nada fáciles. Es necesario el descanso para que haya una recuperación personal y emocional de todos ellos.
Sin embargo, la sociedad no hace una alta valoración del profesorado, por lo menos el colectivo es la percepción que tiene. El Magisterio está mal pagado y, en muchos casos, desmotivado, luchando con los cerebros anquilosados de los alumnos, que ven en televisión programas insanos, la atención sustraída por los móviles y los videojuegos, por la bazofia que las redes sociales imbuyen y la mala educación que en buena proporción reciben en sus casas.
En mi opinión, los maestros y maestras son héroes y heroínas que tienen que luchar por devolver al norte la aguja magnética confundida y aturdida de toda la basura que los medios de comunicación insertan en la mente del estudiante. Estoy de acuerdo en que no se debe alejar al niño o adolescente de las nuevas tecnologías, pero sí creo que debe de haber un equilibrio combinándolas con la lectura y otras actividades lúdicas.
Son héroes y heroínas porque además se tienen que adaptar a cada una de las leyes nuevas que se van aprobando en Educación. Todavía no se han adaptado a una Ley cuando se aprueba otra nueva a la que tienen que dar cumplimiento. Desde 1980 se han aprobado hasta ocho leyes educativas, la LOECE (1980, UCD); LODE (1985, PSOE); LOGSE (1990, PSOE); LOPEG (1995, PSOE); LOCE (2002, PP); LOE (2006, PSOE); LONCE (2013, PP); LOMLOE (2020, PSOE).
Son héroes y heroínas porque además de enseñar se convierten en padres, madres, psicólogos enfermeras y vigilantes de la seguridad de cada uno de los niños y niñas. Pero aún así, soportan la crítica y la carga de que si el niño fracasa, la culpa es suya, si los padres se quejan, también es por su culpa y si la Administración quiere buscar un chivo expiatorio, la culpa también es del maestro o maestra.
Qué importante y necesaria es esta profesión. El maestro es un elemento clave en la sociedad, de sus enseñanzas saldrán todas las demás profesiones, médicos, arquitectos, abogados, ...Una profesión en la que cada día tendrá que transmitir valores a niños y niñas que empiezan a vivir y que depende de cómo serán en el futuro. La educación es el instrumento más valioso que tiene un país, por lo que debemos cooperar y hacer más fácil su labor. Y, aunque es una de las profesiones más complejas que existen, también es una de las más gratificantes. Con cuanto cariño recuerdo la alegría en los rostros de mis alumnos cuando conseguían aprender aquello que les enseñaba, o aquellos abrazos y besos y tarjetitas que me dejaban en mi mesa diciéndome cuánto me querían y que querían estar conmigo el curso siguiente…
Reivindiquemos la labor tan importante y necesaria que hacen los docentes para que el mundo sea un lugar mejor. Valgan algunas frases que los valoran:
“Uno recuerda con aprecio a sus maestros brillantes, pero con gratitud a aquellos que tocaron nuestros sentimientos” (Carl Gustave Jung).
“Los profesores se desprenden de cuanto tienen y de cuanto saben, porque su misión es esa, dar” (Elena Pomatowska).
“Si tienes que poner un pedestal a alguien, ponlo a los maestros. Son los héroes de la sociedad” (Guy Kawasaki).
“Los profesores pueden cambiar vidas con la mezcla correcta de tiza y desafíos” (Joice Meyer”.
“Os deseo unas felices vacaciones”.