El sindicato CSIF ha denunciado la “represión y la censura” puesta en práctica por el alcalde de Estepona, David Valadez, y su equipo de Gobierno al “vetar a la prensa no afín y tirar a la basura decenas de ejemplares del periódico Estepona Información”, llegando a pedir incluso la dimisión del primer edil esteponero.

Según el sindicato, los responsables municipales “no han dudado en tirar a la basura las docenas de ejemplares del Estepona Información que de manera gratuita se llevan semanalmente a las dependencias del ayuntamiento para que cualquier persona pueda tener acceso a su información”.

El veto del “señor alcalde y sus correligionarios”, añade la denuncia, se ha ejercido “contra un medio escrito, en este caso el periódico Estepona Información, en el que prevalece el principio de no manipular la realidad, donde se informa de manera clara, donde se aporta una visión no sesgada ni partidista de las cosas, en definitiva un medio que permite y da cabida a una pluralidad de voces.

CSIF ha denunciado que Valadez, “un alcalde socialista, para mayor escarnio licenciado en periodismo” ha puesto en práctica “la represión y la censura como herramienta política contra todos los irreverentes que no comparten sus criterios”.

Por tal motivo, ha instado a los partidos de la oposición a que “exijan una aclaración pública por parte de quién corresponda” y que “exijan la dimisión del responsable o responsables de este episodio impropio de un estado democrático”.

Según apuntan, “esta metodología de corte inquisitorial parece perseguir el acallar la voz de quienes se muestran contrarios a la política desarrollada por el equipo de gobierno municipal”.

“Cualquier persona, ya sea periodista o no, ya sea a través de los diferentes medios de comunicación o en una reunión de amigos tomando café, tiene derecho a exponer sus criterios, tiene derecho a discrepar, tiene derecho a no transigir con lo que considera injusto y sus opiniones, gusten o no gusten han de ser respetadas”, apuntan en el comunidado.

“La censura es un rasgo definitorio y característico de los regímenes totalitarios y como ejemplo cercano solo cabe recordar lo acontecido en nuestro país durante la dictadura franquista. Resulta por tanto inadmisible -prosigue la nota- que personas que representan a ciudadanos libres en una democracia pongan en práctica semejantes estrategias.