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Reflexiones desde el sofá

Esto no se lo lleva ni un huracán...

Centenares de personas muertas por la inmadurez del ser humano, el egocentrismo de sentirse superior a otra raza o simplemente los prejuicios del odio

Publicado: 27/10/2023 ·
12:11
· Actualizado: 27/10/2023 · 12:11
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  • Incidencias por el temporal.
Autor

José Diego Amores Revuelta

José Diego Amores Revuelta es licenciado en Historia y Archivero con influencia petermanesca

Reflexiones desde el sofá

Columnas de opinión que sólo pretenden invitar a la reflexión del lector sobre temas de actualidad

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Que el mundo está bastante revuelto es algo incuestionable. Mientras el conflicto entre Rusia y Ucrania siguen dando noticias que no pueden más que avergonzar al mundo civilizado, ahora se une el resurgir del histórico conflicto entre la franja de Gaza e Israel. Centenares de personas muertas por la inmadurez del ser humano, el egocentrismo de sentirse superior a otra raza o simplemente los prejuicios del odio de la incongruencia del ser humano, pensando que sesgando la vida a otras personas se solucionan los problemas.  

Cuando veo como se movilizan a favor de Palestina o de Israel, o se condena las manifestaciones de Antonio Guterre en las Naciones Unidas, me doy cuenta de no hemos aprendido nada. Es lícito defender las posturas de uno y otro, pero tanto como expresar libremente la opinión, lo que no se puede es perder la cabeza. Y Hamas no ha sido justo con una matanza indiscriminada como tampoco lo es Israel ni el mundo occidental amparando la supremacía israelita en manifiesta en tantos lugares y zonas del mundo dejando como triste legado, sangre, ciudades destrozadas y demasiadas lágrimas.  

Hace unos días compartí en mi muro de Facebook un artículo del siempre genial en sus exposiciones, el abogado cordobés, Antonio Manuel en lamarea.com donde explicaba como argumentó el conflicto palestino a sus alumnos de Derecho, utilizando como símil el ejemplo de la convivencia en un bloque de vecinos. Maravillosa iniciativa que consigue hacer cercano un conflicto que seguimos percibiendo como más lejano de lo que realmente es, e invitando a la reflexión del alumnado, lejos de esa clase dogmática tradicionales que sentencia afirmaciones a unos pupilos que cuando se licencian terminan dándose cuenta que todo en esta vida está sujeto a la interpretación de cada uno. Encontrar en un aula hoy día a un profesor, que enseña a través de la reflexión personal, es un auténtico lujo para el alumnado a quien le toque y que ayudaría a huir de esos radicalismos absurdos que emergen de la intransigencia aderezada por los complejos que da la falta de conocimiento y el miedo de perder el poder. 

Y mientras que el mundo parece por momento que se ha enganchado a un tren que se dirige al precipicio, nosotros en este pequeño Edén llamado Barbate, vivimos en nuestra particular visión de los problemas. Hace unos días, me decían en la cafetería, “el mundo va pegar un reventón, está todo zarmao, primero el ruso ahora el de Israel, no sé dónde vamos a llegar pero esto va a pegar un reventón”, y le comenté a mi acompañante en voz baja, “llevo oyendo eso desde que tengo uso de razón”. Inmediatamente después, miré al dispositivo más importante de nuestras vidas, el móvil, y allí oí el comentario de un vecino que quiso llevar el domingo a sus hijos al Planetario que se puso en la Plaza del Faro. Este vecino, quiso acercarse el día antes para preguntar por el precio y otras dudas que tenía respecto a lo que había debajo de la inmensa carpa del Planetario. En concreto el audio, se podía oír como narraba la experiencia de hablar con el portero del recinto, al cual le pregunta “chiquillo, y con el temporal que ha dado para el domingo vamos a estar aquí encerrado media hora” y el optimista portero le dijo con una seguridad pasmosa, “venga hombre, si esto no se lo lleva ni un huracán”.  Y es que, ante el mal tiempo, el barbateño es un especialista en tener siempre la mejor cara, aunque el huracán aparezca para dejar en entre dicho la opinión de un portero cualquiera. 

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