En la Wikipedia, que tiene entre sus virtudes la de incluir cosas aun por venir, uno puede leer que la Badajoz-Granada, o A-81 “será una futura autovía que unirá la ciudad de Badajoz con la de Granada, pasando por al lado de la de Córdoba” al tiempo que, con voluntad informativa nos aclara que “está previsto que empiecen las obras antes de que finalice la actual legislatura en Andalucía (2012) y finalice en su totalidad sobre el 2020, si bien irá por tramos” para añadir después que “Al principio se pensó construir autovía solamente en los tramos de mayor densidad de tráfico (aquellos que soportasen más de 10.000 vehículos por día), que es lo normal en éste tipo de proyectos, pero al final se ha decidido construir autovía en todo el trazado, ya que el volumen de tráfico aumentará en los próximos años”. Buena voluntad no le falta, desde luego, a la Wikipedia, pero, por desgracia, la realidad no parece demasiado dispuesta a darle la razón.
En su visita de este jueves a Alcalá la Real, el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, preguntado sobre como quedaba en los presupuestos de 2011 la conversión en autovía de la N-432 se limitaba a esbozar unas palabras tan discretas como entragadas a la esperanza, al asegurar que “pronto habrá la asignación presupuestaria para mantener el ritmo de ejecución previsto”.
La realidad, sin embargo, es que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2011 apenas prevé inversiones destinadas a este fin, máxime después de la cura de austeridad aplicada con carácter general en el Ministerio de Fomento que ha paralizado, incluso, obras en un estado de ejecución más avanzado.
