Corea del Norte lanzó este jueves una decena de misiles balísticos de corto alcance al mar del Japón, tras enviar al sur centenares de globos rellenos de desechos y errar en su intento de poner en órbita un satélite espía en una semana marcada por el repunte de tensiones en la península.
El Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano informó en un comunicado de que los misiles fueron lanzados desde la zona de Sunan, en Pionyang, a las 6.14 hora local (21.14 GMT del miércoles), y que volaron unos 350 kilómetros antes de caer al mar de Japón.
Por la distancia de vuelo, se cree que los aproximadamente 10 proyectiles podrían haber sido disparados desde lanzaderas múltiples, en lo que supone un número inusualmente alto de misiles lanzados en una misma ronda por el régimen.
Respuesta coordinada de Seúl, Washington y Tokio
El Ejército surcoreano condenó en un comunicado la última "provocación" del Norte y señaló que ha "reforzado la vigilancia ante lanzamientos adicionales, al mismo tiempo que se comparte información estrechamente con las autoridades de Estados Unidos y Japón".
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, señaló por su parte que los proyectiles cayeron fuera de la zona económica exclusiva nipona sin causar ningún daño en embarcaciones o aeronaves, y dijo que los lanzamientos violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En la misma línea, los enviados nucleares de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón discutieron su respuesta coordinada al test armamentístico, a través de una llamada telefónica.
El Director General para Asuntos Nucleares surcoreano, Lee Jun-il, abordó tanto los lanzamientos de misiles como las otras acciones del régimen en días anteriores con la vicesecretaria de Estado estadounidense para Asia Oriental y el Pacífico, Jun Pak, y con su homólogo japonés, Yukiya Hamamoto.
"Las tres partes condenaron los lanzamientos de misiles como una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y destacaron que representan una seria amenaza a la paz y la seguridad", señaló el ministerio surcoreano de Exteriores en un comunicado.
Sucesión de "provocaciones"
Los test de hoy, los primeros de misiles balísticos desde que el pasado día 17 Pionyang probara proyectiles tácticos equipados según el régimen con un nuevo sistema "autónomo" de navegación, tuvieron lugar el día después de que el Norte enviara al país vecino más de 200 globos rellenos de deshechos.
Se trata de la mayor cantidad de globos de este tipo -partidas similares fueron enviados por el Norte a través de la frontera en 2016 y 2018- detectada hasta la fecha, y llegó después de que Pionyang amenazara con responder al envío de propaganda contraria al régimen por parte de activistas desde el Sur.
Además, el Ejército surcoreano informó de que el Norte había tratado de interferir en las señales de GPS del Sur en la frontera marítima entre ambos países, en la segunda acción de este tipo esta semana y lo que causó un mal funcionamiento en los sistemas de navegación de barcos pesqueros y de pasajeros en la zona.
Asimismo, el pasado lunes, Corea del Norte notificó a la guardia costera nipona sobre su intención de lanzar un nuevo satélite espía y ofreció una ventana de lanzamiento entre ese día y el 3 de junio.
Pionyang lanzó su vehículo espacial ese mismo lunes desde su base espacial de Sohae (noroeste del país) y el Ejército surcoreano detectó, apenas dos minutos después del lanzamiento, el proyectil "como un gran grupo de fragmentos" sobre el litoral norcoreano.
Corea del Norte, que achacó el lanzamiento fallido a un problema en el motor del cohete, sumó así un nuevo fracaso para su programa espacial, después de que dos lanzamientos resultaran fallidos en la primavera y el verano de 2023.