El medio israelí Haaretz denunció que al menos 27 personas detenidas en la Franja de Gaza y puestas bajo custodia militar israelí habían muerto
El grupo islamista Hamás hizo anoche un llamado a la comunidad internacional, y en especial al Comité Internacional de la Cruz Roja, para que investiguen casos de abusos y torturas en centros de detención israelíes contra gazatíes detenidos, como han denunciado grupos pro derechos humanos.
"Continúan los horribles testimonios sobre las condiciones de los detenidos palestinos en las cárceles sionistas, el último de los cuales fue el de varios palestinos secuestrados en Gaza y liberados hoy de la prisión militar sionista 'Sde Teman'”, dijo anoche Hamás en un comunicado.
"Las instituciones de derechos humanos, en particular el Comité Internacional de la Cruz Roja, deben trabajar para dar seguimiento a las condiciones de los detenidos palestinos en estas detenciones fascistas y poner fin a las graves violaciones a las que están expuestos", añadió.
Sus palabras se producen horas después de que un joven palestino, supuestamente liberado de Sde Teman donde permaneció un mes detenido por Israel, fuera grabado ayer en un hospital en estado de shock, apenas incapaz de hablar de forma coherente y con signos de tortura en muñecas y tobillos.
El pasado 7 de marzo, el medio israelí Haaretz denunció que al menos 27 personas detenidas en la Franja de Gaza y puestas bajo custodia militar israelí habían muerto desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre, ya fuera en la base militar de Sde Teiman, el campamento de detención de Anatot o durante interrogatorios.
A estas muertes hay que sumar dos posteriores, la del médico gatazí Iyad Rantisi, cuyo perecimiento fue revelado esta semana pese a que se cree que falleció en noviembre mientras era interrogado por la Inteligencia israelí, y la del respetado cirujano gazatí Adnan al Bursh, fallecido el 19 de abril en la prisión de Ofer, en el territorio palestino ocupado de Cisjordania.
Ya en diciembre, Haaretz reveló que los detenidos en Sde Teiman podían permanecer esposados y con los ojos vendados durante días enteros, y una fuente interna aseguró que los soldados tendían a maltratar a los presos, lo que coincide con los testimonios de otros palestinos liberados.