El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha apurado los plazos que él mismo dio para acometer algunos cambios y "reajustes" en su Gobierno, que previsiblemente se conocerán a principios de esta semana, antes de las vacaciones de verano, sin que se sepan muchos detalles de hasta dónde llegarán.
Moreno, como es marca de la casa, no ha dado pistas de una margarita que lleva deshojando desde que hace varios meses anunció su intención, que coincidirá con el ecuador de la legislatura, en la que gobierna con una mayoría absoluta que le permite decidir con tranquilidad.
Habrá seguro una reestructuración de algunas competencias y está por ver si hay algún cambio de consejeros o si se incorpora alguna cara nueva al Ejecutivo autonómico, que perdió hace unos meses a Carmen Crespo por su marcha al Parlamento Europeo.
Entre las incógnitas que se barajan predomina una, la continuidad o no de la consejera de Salud, Catalina García. Las principales críticas a la gestión del Ejecutivo autonómico se han centrado en la sanidad, que a final del pasado año relevó a toda su cúpula, excepto la consejera, siempre en el punto de mira de la oposición.
Las listas de espera, para lo que hay un plan de choque en marcha, o la Atención Primaria, han sido los focos de las críticas. Moreno deberá decidir si mantiene a García y confía en las medidas extraordinarias que se han puesto en marcha, o aprovecha el ecuador de la legislatura para dar un giro a la gestión en Sanidad, con otro perfil.
La portavocía del Gobierno, que recae en Ramón Fernández-Pacheco, también ha suscitado debate. El consejero almeriense es un perfil moderado que gusta a Moreno, aunque tras la marcha de Carmen Crespo aglutina demasiadas competencias, ya que asumió su consejería.
Fernández-Pacheco dirige ahora mismo, además de la portavocía, una "macroconsejería" que aúna Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, por un lado, y Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, por otro lado. Está por ver con qué área se queda finalmente, si se unen las dos consejerías o si entra un nuevo consejero, y dónde se integran las políticas de Agua, a las que Moreno da máxima importancia.
La tercera duda a resolver es la de Cultura, ahora mismo integrada junto a Turismo y Deporte, en manos de Arturo Bernal. La incógnita es si seguirá así o Moreno le otorga rango de consejería propia.
Reajuste de competencias
Además, es previsible algún "baile" de competencias entre consejerías, orientado a mejorar la gestión y la eficacia, según fuentes del Ejecutivo andaluz. De hecho, Moreno siempre ha restado importancia a los cambios, que él denomina "ajustes", porque asegura que estarán más enfocados a competencias que a cambio de consejeros.
Cuando esté listo, el nuevo decreto de estructura se publicará en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) y posteriormente se celebrará el primer Consejo de Gobierno del Ejecutivo con su nueva organización, justo antes de las vacaciones de agosto.
Los cambios, que pueden conllevar modificaciones en la denominación de las consejerías, se adaptarían en el Parlamento andaluz a final de agosto o principio de septiembre. El primer pleno ordinario no será hasta el 18 de septiembre, "a la espera del Ejecutivo", según dijo el presidente de la Cámara, Jesús Aguirre.