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Circulación en rotondas

Pues la circulación en interior de una rotonda es igual que en una recta. Solo que en vez de circular en línea se hace girando por el interior de una plaza

Publicado: 10/10/2024 ·
19:57
· Actualizado: 10/10/2024 · 19:57
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Autor

José Antonio Jiménez Rincón

Persona preocupada por la sociedad y sus problemas. Comprometido con la Ley y el orden

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Nos encontramos cada día con un problema de seguridad vial que causa numerosos accidentes de tráfico con daños materiales y personales. Se trata de la circulación de vehículos en el interior de las rotondas. Se sigue desconociendo por muchos conductores como se circula dentro de la misma y, sobre todo, cómo salir de ella respetando la preferencia de paso.

Veamos la historia para conocer mejor este tipo de cruce. La primera rotonda o intersección giratoria -este es su nombre técnico-, apareció en 1905 en Estados Unidos y puso en servicio la primera plaza circular en la ciudad de Nueva York. En Europa se remonta al año 1907, que se instala en la conocida plaza Charles de Gaulle de París. En esas primeras rotondas, las preferencias las tenía los vehículos que accedían a ellas, debiendo ceder el paso a los vehículos que circulaban por su interior.

Fueron los ingenieros ingleses los que decidieron modificar la regla de prioridad y asignar ésta a los vehículos que circulaban por la calzada anular. Este fue el origen de las “glorietas modernas”. Realmente, el cambio revolucionó las prioridades, convirtiendo a las glorietas en un tipo de intersección más eficiente que sus predecesoras.

Y más atrás en la historia, un antiguo cartel establecía normas de circulación en una calle estrecha de la ciudad de Lisboa en el año de 1686; y decía: "Su Majestad ordena que los coches, carruajes y literas que entren por la Puerta del Salvador retrocedan para la misma parte”. Era el equivalente a una prioridad de paso o un "antes de entrar, dejen salir". Era una premonición de lo que sucedería siglos más tarde. Y es que la prioridad de paso ha sido precisamente una preocupación de las autoridades para ordenar las preferencias de paso en las ciudades. Ya en la ciudad de Pompeya existían calles con pasos de peatones. La Lex Iulia Municipalis del año 45 AC (Reglamento del funcionamiento de la policía de Roma y estatuto municipal de las ciudades equipadas jurídicamente a Roma), e incluía la prohibición a los carruajes de circular "desde el alba hasta la décima hora", marcando incluso las excepciones a la norma. Ello otorgaba preferencias de circulación a otros carros de mayor importancia en detrimento de los de menos estatus.

Y volviendo a nuestro país, en España se instaura este modelo giratorio a raíz del Real Decreto Legislativo 339/1990, que en su artículo 21, apartado 2-c, decía que: En las glorietas, los que se hallen dentro de la vía circular tendrán preferencia de paso sobre los que pretendan acceder a aquéllas. Esta forma de circulación fue también ratificada en reiterados Reales Decretos donde se aprobaban los Reglamentos Generales de Circulación de 1992 y 2003.

¿Pero, cómo debemos circular por una rotonda? Una rotonda puede estar formada por un solo carril -lo que no suele dar problema alguno-, dos o más carriles, que es cuando se producen algunos conflictos. Realmente, circular por carriles giratorios es lo mismo que cuando se hace en línea recta, solo que estamos dando la vuelta a una plaza hasta salir por donde tengamos previsto. En ambos casos, si se desea salir por una intersección; el conductor con tiempo aproximará su vehículo al carril más pegado a la derecha con el intermitente puesto y, estando en ese lugar, sin cerrarle el paso a los que circulan por la vía que vamos a cruzar, se podrá hacer la maniobra con seguridad y salir a la derecha.

Es igual que cuando se circula en carriles rectos, donde la derecha siempre tiene preferencia y en las rotondas es lo mismo (excepto si una señal dice lo contrario).  A nadie se le ocurriría circular por el carril central o izquierdo de cualquier carretera y sin previo aviso cruzarse por delante de los vehículos situados a su derecha para salir o cambiar de carril, cerrándoles el paso.

Pues la circulación en interior de una rotonda es igual que en una recta. Solo que en vez de circular en línea se hace girando por el interior de una plaza. Y lo mismo que si se circula por carretera recta, se debe advertir la maniobra de salida con el intermitente y arrimarse con antelación al carril más a la derecha sin cerrar el paso a otros vehículos.

Y si, por algún motivo, no se ha podido pegar al carril de salida con tiempo, deberá volver a dar otro giro a la rotonda esta vez por el carril más interior y buscar nuevamente la salida. No hacer esto es lo que produce casi todos los accidentes en rotondas, porque se sale de ella cerrando el paso al vehículo que tiene la prioridad. También es recomendable el uso de los intermitentes, que algunos olvidan para qué sirven. No hay más. Es una regla sencilla que si la llevamos a cabo nos evitaremos problemas. Espero haber ayudado en algo.

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