El jefe de Casto relata cómo desaparecieron expedientes
El expediente de Remedios Torres, madre de María José Campanario, "desapareció" de la unidad médica de valoración de incapacidad en Cádiz
La Audiencia Provincial acogió este martes la octava sesión del juicio derivado de la Operación Karlos contra una supuesta trama de estafa a la Seguridad Social y en el que están imputadas María José Campanario y su madre, Remedios Torres.
Nada más comenzar la sesión, en la Sala se ha escuchado el último fragmento de las conversaciones telefónicas, que no han llegado ni al minuto de duración, en las que Remedios Torres le dice a Carlos Carretero que tiene una cita en el hospital Puerta del Mar, a lo que este último le dice que va a “intentar que usted no tenga que venir” y que “no se preocupe que lo arreglamos”, dejando en evidencia la supuesta ignorancia de Torres sobre su suplantación.
Pero, quizás, lo que más llamó la atención ayer fueron la declaración de un agente de la Guardia Civil en calidad de testigo y la desaparición del expediente de Remedios Torres, de la unidad médica de valoración de incapacidad en Cádiz.
“Mamá... entra”
En este sentido, un agente de la Guardia Civil que llevó a cabo la investigación de la Operación Karlos ha relatado durante la celebración del juicio, donde ha declarado como testigo, cómo fue testigo directo, en la propia sala de espera de la consulta, de la suplantación de la madre de María José Campanario, Remedios Torres.
El agente ha relatado que Elisa Calvente (novia de Carlos Carretero), junto a su madre (la supuesta suplantadora de Remedios Torres) recogieron en una furgoneta a la supuesta secretaria del inspector médico Francisco Casto (ya que él negó en juicio que fuera su secretaria), para posteriormente dirigirse al Hospital Puerta del Mar en Cádiz capital, donde había que realizar la prueba médica.
Una vez que llegaron a la sala de espera, la secretaria de Casto “entró en la consulta” y tras salir, “le dijo (a Elisa Calvente) que no se preocupara, que no le iba a pedir el DNI”. Así, según ha relatado el citado agente en calidad de testigo, “al rato salió un señor que dijo: ¿Remedios?. Entonces dijo Elisa: ¿Torres?” y tras contestar afirmativamente, Elisa se dirigió a la madre y le dijo: “Mamá, entra”.
Además, el agente ha indicado que a Elisa Calvente no la dejaron entrar en la consulta y que se puso nerviosa y llamó a la secretaria de Casto.
Expedientes fantasmas
Otro de los testigos que ha pasado por la Sala ha sido el coordinador de la Unidad Médica de Incapacidades (UMI), Eladio Velázquez, quien ha señalado que desaparecieron expedientes relacionados con los afectados por la Operación Karlos.
Expedientes como el de Remedios Torres, madre de María José Campanario, que “desapareció” de la unidad médica de valoración de incapacidad en Cádiz, según su titular, el citado Eladio Velázquez.
Eladio Velázquez era el jefe del inspector médico Casto Pérez Lara, uno de los principales acusados de pertenecer a una organización que tramitaba pensiones de invalidez de forma fraudulenta, al que ha calificado como “buen médico” aunque “bastante desorganizado”.
Velázquez ha asegurado que la detención de Casto Pérez “fue un shock para la unidad” y pensó que “todo era un error” aunque cuando un funcionario mencionó que había leído en una revista que “Remedios Torres estaba implicada pidió su expediente” aunque no supo decir los motivos, “quizás fue el instinto de inspector”, ha añadido.
Fue entonces cuando se percató de que el expediente de Remedios Torres “no estaba ni en formato papel ni en el digital”, por lo que lo solicitó al Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS).
Allí se lo remitieron “y si lo tenían ellos es que había salido de nuestra unidad” y “vi que estaba firmado por Casto Pérez Lara”.
El fiscal del caso le ha preguntado acerca de los expedientes del resto de los acusados, unos 25, a los que Velázquez ha respondido que el juez instructor de Jerez, que es donde comenzó esta investigación, ya se lo pidió en su momento y “no encontramos nada, cosa que no es normal. Lo he buscado personalmente y no hay ningún informe referente a estas personas”.
La sesión continuó con el testimonio de Francisco Laja, psiquiatra de San Fernando que afirmó que tuvo “serias dudas” sobre la identidad de uno de los pacientes que le derivaron para confirmar un diagnóstico y que podría tratarse de otro caso de suplantación de identidad.
Este paciente es Manuel Gómez Hidalgo, también acusado de la trama, que asistía al psiquiatra en Villamartín y llegó a San Fernando “porque no pidieron una segunda opinión”, ha explicado Laja. “Habitualmente no pedimos el DNI a los pacientes porque se les supone la veracidad de la persona”, afirmó Laja aunque en una ocasión lo hizo porque “detectó irregularidad en el informe médico”.
“Vimos que alguien había escrito a mano y llamé a la consulta de Villamartín y allí nos dijeron que no nos habían derivado el caso”, y cuando Manuel Gómez Hidalgo fue a su consulta le pareció que no era la misma persona a la que estuvo atendiendo y así lo escribió en el informe.
Nada más comenzar la sesión, en la Sala se ha escuchado el último fragmento de las conversaciones telefónicas, que no han llegado ni al minuto de duración, en las que Remedios Torres le dice a Carlos Carretero que tiene una cita en el hospital Puerta del Mar, a lo que este último le dice que va a “intentar que usted no tenga que venir” y que “no se preocupe que lo arreglamos”, dejando en evidencia la supuesta ignorancia de Torres sobre su suplantación.
Pero, quizás, lo que más llamó la atención ayer fueron la declaración de un agente de la Guardia Civil en calidad de testigo y la desaparición del expediente de Remedios Torres, de la unidad médica de valoración de incapacidad en Cádiz.
“Mamá... entra”
En este sentido, un agente de la Guardia Civil que llevó a cabo la investigación de la Operación Karlos ha relatado durante la celebración del juicio, donde ha declarado como testigo, cómo fue testigo directo, en la propia sala de espera de la consulta, de la suplantación de la madre de María José Campanario, Remedios Torres.
El agente ha relatado que Elisa Calvente (novia de Carlos Carretero), junto a su madre (la supuesta suplantadora de Remedios Torres) recogieron en una furgoneta a la supuesta secretaria del inspector médico Francisco Casto (ya que él negó en juicio que fuera su secretaria), para posteriormente dirigirse al Hospital Puerta del Mar en Cádiz capital, donde había que realizar la prueba médica.
Una vez que llegaron a la sala de espera, la secretaria de Casto “entró en la consulta” y tras salir, “le dijo (a Elisa Calvente) que no se preocupara, que no le iba a pedir el DNI”. Así, según ha relatado el citado agente en calidad de testigo, “al rato salió un señor que dijo: ¿Remedios?. Entonces dijo Elisa: ¿Torres?” y tras contestar afirmativamente, Elisa se dirigió a la madre y le dijo: “Mamá, entra”.
Además, el agente ha indicado que a Elisa Calvente no la dejaron entrar en la consulta y que se puso nerviosa y llamó a la secretaria de Casto.
Expedientes fantasmas
Otro de los testigos que ha pasado por la Sala ha sido el coordinador de la Unidad Médica de Incapacidades (UMI), Eladio Velázquez, quien ha señalado que desaparecieron expedientes relacionados con los afectados por la Operación Karlos.
Expedientes como el de Remedios Torres, madre de María José Campanario, que “desapareció” de la unidad médica de valoración de incapacidad en Cádiz, según su titular, el citado Eladio Velázquez.
Eladio Velázquez era el jefe del inspector médico Casto Pérez Lara, uno de los principales acusados de pertenecer a una organización que tramitaba pensiones de invalidez de forma fraudulenta, al que ha calificado como “buen médico” aunque “bastante desorganizado”.
Velázquez ha asegurado que la detención de Casto Pérez “fue un shock para la unidad” y pensó que “todo era un error” aunque cuando un funcionario mencionó que había leído en una revista que “Remedios Torres estaba implicada pidió su expediente” aunque no supo decir los motivos, “quizás fue el instinto de inspector”, ha añadido.
Fue entonces cuando se percató de que el expediente de Remedios Torres “no estaba ni en formato papel ni en el digital”, por lo que lo solicitó al Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS).
Allí se lo remitieron “y si lo tenían ellos es que había salido de nuestra unidad” y “vi que estaba firmado por Casto Pérez Lara”.
El fiscal del caso le ha preguntado acerca de los expedientes del resto de los acusados, unos 25, a los que Velázquez ha respondido que el juez instructor de Jerez, que es donde comenzó esta investigación, ya se lo pidió en su momento y “no encontramos nada, cosa que no es normal. Lo he buscado personalmente y no hay ningún informe referente a estas personas”.
La sesión continuó con el testimonio de Francisco Laja, psiquiatra de San Fernando que afirmó que tuvo “serias dudas” sobre la identidad de uno de los pacientes que le derivaron para confirmar un diagnóstico y que podría tratarse de otro caso de suplantación de identidad.
Este paciente es Manuel Gómez Hidalgo, también acusado de la trama, que asistía al psiquiatra en Villamartín y llegó a San Fernando “porque no pidieron una segunda opinión”, ha explicado Laja. “Habitualmente no pedimos el DNI a los pacientes porque se les supone la veracidad de la persona”, afirmó Laja aunque en una ocasión lo hizo porque “detectó irregularidad en el informe médico”.
“Vimos que alguien había escrito a mano y llamé a la consulta de Villamartín y allí nos dijeron que no nos habían derivado el caso”, y cuando Manuel Gómez Hidalgo fue a su consulta le pareció que no era la misma persona a la que estuvo atendiendo y así lo escribió en el informe.
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