El Patronato de la Alhambra ha sacado a licitación la nueva iluminación nocturna de las salas del Palacio de los Leones por importe de 273.165 euros para adecuarla a la visita pública y a los valores patrimoniales de este lugar donde el arte nazarí alcanzó su máximo esplendor bajo el reinado de Muhammad V.
En concreto, los espacios objeto de intervención son la Sala de Mocárabes, la Sala de los Reyes, la Sala de Dos Hermanas, la Sala de Abencerrajes y el Patio de los Leones, quizá el lugar más conocido del monumento nazarí con su afamada fuente de doce leones y una gran taza creados con bloques de mármol blanco de Macael (Almería).
En la actualidad, el alumbrado ornamental en los espacios interiores del Palacio de los Leones presenta ciertas deficiencias que provocan iluminaciones muy desequilibradas, con zonas de deslumbramiento y otras con iluminación insuficiente. Se ilumina con pocos focos y con una intensidad muy elevada, y su distribución no es ordenada ni está repartida de forma uniforme llegando a provocar, incluso, el deslumbramiento del visitante.
La nueva propuesta, elaborada por la arquitecta Elisa Valero Ramos, es dotar al Palacio de los Leones de una iluminación artificial coherente con sus valores patrimoniales. En una primera fase piloto se ha llevado a cabo la renovación de la iluminación en la Sala de los Abencerrajes, siendo ahora el objeto de intervención la totalidad de las Salas y espacios del Palacio de los Leones abiertos a la visita nocturna.
La intervención presenta una incidencia mínima en el monumento, esto es, mínimo impacto visual y mínimo impacto físico para evitar daños los elementos originales, según consta en los pliegos de prescripciones técnicas, consultados por Europa Press.
La instalación se realizará de forma secuencial para poder ser compatible con el correcto funcionamiento del monumento y en horario fuera de la vista pública. En todo caso, habrá una presentación previa del programa de trabajo por parte del adjudicatario para que se fijen por adelantado si fuera necesario los días en los que se harán los trabajos que tengan un impacto en las actividades de los usuarios, en particular los que sean especialmente molestos o que puedan alterar el funcionamiento normal de las instalaciones.
