Este onubense, que fue director espiritual del Seminario y arcipreste de Huelva, recibió la condecoración andaluza que reconoció su labor apasionada y permanente entre las realidades más marginales de la capital onubense, donde ha trabajado en la concienciación social y creando iniciativas para la integración, la inserción laboral y la educación, principalmente en el campo de los jóvenes.
Asimismo, en reconocimiento a su trabajo, el Ayuntamiento de Huelva le concedió en 2001 el nombre de una calle, situada junto a su capilla en el barrio del Higueral.
Precisamente el alcalde de la ciudad, Pedro Rodríguez , mostró ayer su “pesar” por este fallecimiento, “por la pérdida de un hombre que ha sido un gran testimonio de solidaridad con los enfermos y más desfavorecidos de nuestra ciudad”, según indicó en una nota.