Con total discreción, y al objeto de preservar la intimidad de los usuarios, las familias más necesitadas de Cartaya podrán hacer uso a partir de septiembre del segundo comedor social de Andalucía (después del que ya funciona en la localidad malagueña de Fuengirola) en el que previamente a su horario habitual de apertura a la hora del almuerzo para comer en sus instalaciones, aquellos que lo deseen podrán acceder al mismo por una puerta trasera para retirar la comida en sus propios ‘tuppers’, para ser posteriormente consumida en sus casas y en compañía de la familia.
Así lo ha anunciado Manuel Pérez, hermano mayor de la hermandad de Nuestra Señora de Consolación, que desarrolla el proyecto en colaboración con la ONG Fundación Europea para la Cooperación Norte-Sur (Fecons), la cual gestiona desde hace años el comedor social que ya funciona en Lepe. Y es que según Pérez, el comedor de Cartaya “pretende atender a la denominada pobreza vergonzante, que de otra forma no acudiría al comedor social, como se demuestra a diario en otras infraestructuras sociales de este tipo”.
El proyecto, que fue presentado públicamente en Cartaya hace ahora exactamente tres meses “ya se encuentra bastante avanzado”, aseguró Pérez, que también avanzó que “las obras están ya prácticamente finalizadas en el edificio que hasta hace un año y medio albergó el mercado municipal de abastos de Cartaya mientras se reformaba el definitivo, a falta tan sólo de la acometida de la luz, que según nos han informado desde el Consistorio tardará unos veinte días.
Pérez también se ha congratulado por la subvención de 35.683,92 euros que a través de la Mancomunidad de Municipios Beturia ha sido concedida a los promotores del proyecto para finalizar las obras, así como para la contratación de personal, procedente de los fondos del servicio Público de Empleo Estatal para proyectos generadores de empleo estable -Profea-. “Una ayuda –apuntó Pérez- que va a dar un buen impulso a la iniciativa”.
Según está previsto, cuando el comedor entre en funcionamiento, tendrá un horario de 11.30 12.30 para la recogida de comidas para llevar a casa por parte de aquellas familias y personas que así lo soliciten, y a partir de las 13.00 horas para aquellas otras personas que comerán directamente en sus instalaciones. Y es que según Pérez “hay muchas familias en Cartaya que están atravesando verdaderas dificultades económicas, a las que vamos a intentar dar respuesta una vez la Comisión de Evaluación que vamos a constituir estudie caso por caso las solicitudes que nos vayan llegando para hacer uso del comedor”.
El de Cartaya se trata del tercer comedor social de la provincia después de los que ya operan en Lepe y Huelva capital, así como del primero auspiciado y promovido por una hermandad religiosa a través de su obra social, en colaboración con Fecons.
La hermandad lleva ya trabajando en la iniciativa desde que en julio del año pasado accediera a regir los destinos de la misma la Junta de Gobierno que encabeza el actual hermano mayor, quien en su toma de posesión ya destacó este como uno de los principales proyectos de su mandato.
El comedor social Nuestra Señora de Consolación, que así se denominará, contará con un espacio de algo más de 400 metros cuadrados, con capacidad para atender diariamente a cerca de un centenar de personas. En el mismo, además de la cocina y el propio comedor, también quedará ubicado el ropero social que gestiona la hermandad del Rocío de Cartaya.
Para su financiación, y al margen de las aportaciones voluntarias que bajo el lema Sumando voluntades transformamos realidades lleva a cabo la hermandad, también se cuenta con las aportaciones del Banco de Alimentos, que aportará el 80% de la comida necesaria.
Finalmente, Pérez subrayó la necesidad de este tipo de infraestructuras, de las que en el caso de Lepe se benefician unas 120 personas, (el 90% extranjeros y el resto del municipio). Y es que según Pérez, “cuando te metes en este mundo te das cuenta de la verdadera realidad que están atravesando muchas familias que viven junto a nuestras casas”. “Además –subrayó- observando el panorama nunca se sabe que podrá pasar el día de mañana con cada uno de nosotros”. Finalmente, Nsadap Assoua, representante de Fecons, aseguró que esta iniciativa supone “trasladar a Cartaya la experiencia de Lepe ya que en Cartaya hace falta un comedor social por la existencia de personas que están viviendo por debajo del umbral de la pobreza y que aunque en un principio se muestren reacios a recurrir a la ayuda del comedor, como ya sucedió en Lepe, al final terminan haciéndolo cuando la necesidad aprieta”.
