El Juzgado de Primera Instancia número 10 de Málaga ha condenado a un cirujano estético al pago de 37.912 euros como consecuencia de un mal resultado en la mamoplastia de aumento de pechos que le practicó a una joven en mayo de 2005.
La sentencia, facilitada a Europa Press por la asociación 'El Defensor del Paciente', cuyos servicios jurídicos han defendido a la afectada, estima parcialmente la demanda de la afectada, que el 30 de mayo de 2005 se sometía a una mamoplastia de aumento bilateral, al objeto de mejorar el aspecto estético de sus mamas por presentar una 'hipoplasia mamaria bilateral'. Contra esta sentencia cabe interponer recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Málaga.
En concreto, el cirujano plástico le prescribió una mamoplastia como el medio más adecuado para alcanzar la corrección estética deseada, indicándole a la paciente que no tendría problema alguno. No obstante, el fallo judicial recoge que, una vez retirados los vendajes tras la intervención, la paciente comprobó que no tenía el resultado esperado, además de que apreciaba una deformidad en ambas mamas "con gran separación entre las mismas, desnivel y desplazamiento lateral de los implantes, molestias y pérdida de sensibilidad", entre otras anomalías.
Pasado el tiempo, y sin cambios en el aspecto de sus mamas, después de que el cirujano le dijese que debía esperar un año para ver los resultados, la demandante acudió a nueva revisión y solicitó a dicho cirujano la reparación del mal resultado, indicando el facultativo que era necesaria una nueva intervención.
Por ello, la paciente solicitó una cita para confirmar la misma, a lo que el cirujano condenado se negó a realizar dicha intervención alegando que "no veía claro el resultado de la segunda operación", y que, en su caso, consultara con otros cirujanos, que según él tampoco la podrían operar, "lo que es incierto, ya que otros cirujanos estéticos le han indicado que no se realizo correctamente la operación, y que necesita una reconstrucción, habiendo solicitado presupuesto para ello".
La sentencia, por contra, recoge la tesis defendida por los servicios jurídicos del Defensor del Paciente y condena a dicho cirujano con estimación parcial de la demanda a indemnizar a la afectada en la cantidad de 37.912 euros, al considerar que las prótesis estaban mal seleccionadas, en cuanto al tamaño y forma.
El fallo también sostiene que el bolsillo protésico es grande, supone que las prótesis mamarias estén colocadas inadecuadamente, por lo que le causa "secuelas físicas, psíquicas y estéticas a la demandante", acogiéndose el criterio de los peritos de la actora.