Trigueros vive desde este domingo sus jornadas mágicas de encuentro con su patrón, San Antonio Abad, en una procesión de 36 horas que recorre todas y cada una de las calles del pueblo, casa a casa, para, de las 3.500 del pueblo, detenerse en aquellas que tienen sus puertas abiertas esperando el momento de recibirlo.
Entre vivas y tiradas de alimentos, San Antonio Abad pasa unas horas mágicas con los triguereños que comenzaron ayer antes de las dos de la tarde, y que finalizarán bien entrada la noche de hoy. Este domingo, tras la función principal se inició el recorrido, en un paso adornado con dátiles y portado por la gente de la localidad, en especial los jóvenes, que se van turnando durante todo el día, la noche y la madrugada para que a San Antonio nunca le falten cargadores en su recorrido.
Y poco después de salir, en la misma calle labradores, comienzan las tiradas, la primera, desde las ventanas del Conservatorio Elemental de Música José del Toro, con lluvia de pétalos de rosas incluida, pero poco después, otras dos más que contaron con muchísimo público preparado para recoger las ofrendas lanzadas desde las terrazas. Un público que pudo llevarse más de un jamón, entre otras cosas, porque lo más valorado, es la rosca del santo. Bastantes minutos antes de la llegada del santo y del comienzo de las tiradas ya se veían a grupos de jóvenes sobre parihuelas a la espera de recoger lo máximo posible.