Por todo el territorio de los Estados Unidos se han detectado unas 800 gigantescas porciones de campo rodeadas de dobles vallas alambradas y torretas de vigilancia, con barracones y sofisticadas instalaciones en su interior, algunas de las cuales dan la apariencia de ser depósitos de gas. Completamente equipados, bien comunicados por ferrocarril y medios aéreos, y dispuestos para su inmediata entrada en funciones, por su semejanza con los campos de concentración nazis, aunque mucho más extensos, a tales alojamientos se les ha dado en llamar ‘campos de concentración’. Buena parte de la población norteamericana está alarmada por el uso que pueda darse a dichos lugares, notoriamente caracterizados por sus extraordinarias medidas de seguridad. Da la impresión de que a quienes en ellos se piensa recluir se les hará sumamente difícil la fuga.
Por si fuera poco, en algunas regiones americanas se ven amontonadas decenas de miles de cajas de polipropileno de color negro, con capacidad para dos o tres cuerpos humanos, lo que hace sospechar que se trata de ataúdes. De hecho continúan siendo fabricados en grandes cantidades por la empresa Vantage Products Corporation, sita en Covington (Georgia), en cuya fábrica se almacenan 50.000 unidades de estas cajas cuya utilidad no podría ser otra que la que podría corresponder a masivos enterramientos. Ciudadanos americanos denuncian asimismo que han visto circular durante la noche, hasta ocupar diversos estratégicos sitios por todo el territorio, extraños ferrocarriles con vagones de gran altura y varios pisos, que presumiblemente pueden ser cárceles ambulantes.
Extremadamente vigilados con personal fuertemente armado y con los medios tecnológicos más avanzados, se calcula que cada uno estos recintos tiene capacidad para albergar a un mínimo de 20.000 personas, existiendo en Alaska uno de extraordinarias proporciones capaz de alojar a dos millones de individuos. Estos por ahora misteriosos espacios son conocidos bajo la denominación de ‘campos FEMA’ y, como se ha adelantado, los ciudadanos que están al tanto de su existencia los catalogan como campos de concentración destinados a internar a todos aquellos que no estén de acuerdo con la política gubernamental o que promuevan violencia callejera o que sean inmigrantes indocumentados, entre otros conceptos que sean considerados delictivos. La lista de suposiciones resulta interminable. No obstante, la versión de los medios oficiales en lo que respecta al uso de estas instalaciones difiere de la opinión popular.
El término FEMA corresponde a las siglas de ‘Federal Emergency Management Agency’ (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias). Se trata de una filial del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos creada a finales de los años setenta y sustentada con un presupuesto de miles de millones de dólares anuales, del cual no se informa al ciudadano. Su objetivo es el de actuar urgentemente ante cualquier desastre que surja, sea catástrofe natural o evento provocado: terremotos, tsunamis, inundaciones, grandes incendios, guerras de sublevación urbana… El proyecto de Ley emitido en el año 2009 autorizaba al Departamento de Seguridad Nacional a crear una red de establecimientos FEMA para su utilización por los ciudadanos estadounidenses en caso de emergencia nacional.
Textualmente, la finalidad de los centros de emergencia nacional es utilizar la infraestructura existente para: 1) Proporcionar alojamiento temporal, asistencia médica y humanitaria a individuos y familias de desplazados a causa de un desastre mayor o emergencia. 2) Posibilitar y asegurar la coordinación del socorro federal, estatal y local. 3) Proporcionar sitios centralizados donde mejorar la coordinación de la preparación, respuesta y recuperación de entidades gubernamentales, privadas y organizaciones religiosas y sin ánimo de lucro. 4) Satisfacer otras necesidades apropiadas, según lo determine el Secretario de seguridad nacional.
Según ciertas opiniones, FEMA es una de las instituciones más poderosas de Estados Unidos y probablemente del mundo. Llegado el caso, puede asumir más poder que el propio Presidente de los Estados Unidos o que el mismo Congreso. Entre sus funciones se encuentran las de: suspender la Constitución y las leyes, arrestar sin orden judicial a ciudadanos sospechosos y embargar cualquier bien o medio de transporte público o privado.
Aunque la versión oficial continúa afirmando que los campamentos FEMA son lugares de acogida para los ciudadanos afectados por alguna catástrofe, sin embargo la opinión generalizada concluye que se trata de verdaderos campos de concentración para el exterminio masivo de personas que no desean someterse a un venidero Nuevo Orden Mundial, del que se sospecha que existe un gobierno en la sombra. El doble refuerzo de vallas, las torretas, las innumerables cámaras de vigilancia y las comunicaciones ferroviarias hasta las puertas de estos extraños centros, así parecen confirmarlo. No obstante, una página eliminada de Internet (www.uaff.us/deathcamps.html) daba cuenta de un artículo escrito por Michael Maholy, que perteneció durante 20 años a la CIA/Inteligencia Naval, bajo el mandato de Bush padre. Parte del artículo explica:
“Aunque no tengo duda de que la élite del Nuevo Orden Mundial en la CIA tiene su propia lista de gente para detener y acabar con ella, la actual propietaria detrás de las desgraciadamente famosas listas rojas y azules, no es otra que ‘las operaciones encubiertas del FEMA’. FEMA no ha sido creada para ayudarte. Bajo un estado de Ley Marcial, FEMA está aquí para enviarte a los campos de detección y decidir quién debe vivir y quién debe morir. Los desafortunados cuyos nombres se encuentran entre los millones de compatriotas americanos que estén en la lista roja/azul del FEMA nunca saldrán vivos de los campos de FEMA, aunque tengan que atravesar el infierno antes de ser definitivamente asesinados. Esos ‘ofensores’ son esencialmente la resistencia del Nuevo Orden Mundial, como los informantes en la CIA y el mando militar me han dicho personalmente. Todos en la CIA saben perfectamente la existencia de los campos de concentración en América y su propósito. Todos sabemos que su propósito es acabar con la Resistencia al Nuevo Orden Mundial bajo la Ley Marcial”.
Sin inclinar la balanza hacia un lado u otro, lo cierto es que los 800 grandes campamentos de FEMA distribuidos por el ancho territorio de los Estados Unidos inspiran toda clase de temores a los ciudadanos, quienes se preguntan: ‘Si no son campos de concentración, ¿qué otra cosa pueden ser?’