Pese a que las elecciones europeas no eran un referéndum nacional, el interés de los principales partidos por convertirlo en un test sobre la situación de España...
Pese a que las elecciones europeas no eran un referéndum nacional, el interés de los principales partidos por convertirlo en un test sobre la situación de España y, especialmente, los análisis políticos que tanto PP como PSOE han hecho en clave local de sus resultados, han acabado convirtiendo estos comicios en un supuesto escenario sobre la situación política española en donde destacan tres grandes ideas. La primera, la victoria del PP, que en poco más de un año ha pasado de tener un millón de votos menos que los socialistas a ganarle por medio millón de sufragios aunque con menor participación. Pero este triunfo es, sin duda, agridulce, ya que aunque claro no ha sido lo suficientemente contundente ya que tenía el mejor escenario posible para haber logrado romper el panorama político y sólo ha conseguido 3,6 puntos de diferencia con el PSOE. El segundo, que los socialistas han perdido, pero salvando la cara, ya que el varapalo no ha sido todo lo contundente que se suponía que debería haber sido, pero sí ha sido lo suficientemente amplio como para que empiecen a pensar que deben dar algún tipo de giro a su política ante la crisis, ya que lo hecho hasta ahora no ha sido lo suficiente como para evitar el descalabro, aunque en clave más europea se pueda amparar en que todos los partidos que gobiernan han perdido apoyos y que ha sido la única formación socialdemócrata o socialista que ha salvado los muebles, ya que las derrotas en países como Francia, Gran Bretaña, Alemania o Italia han sido mucho peores. Y la tercera idea que se puede sacar de estas elecciones es que Izquierda Unida parece frenar, que no consolidar, su descalabro para dar paso a la ratificación de que el UPyD de Rosa Díez está llamado a tener su propio espacio electoral en España como alternativa a PP y PSOE, un reto que ahora deberá saber consolidar en las próximas citas con las urnas, teóricamente las municipales de 2011.
Por tanto, y como casi siempre sucede en este país, unas elecciones en las que todos han ganado de alguna forma, pero en la que todos también han perdido al no poder cumplir las expectativas que ellos mismos se habían creado, y quizás la imagen de Rajoy con Mayor Oreja y Esperanza Aguirre celebrando el triunfo es el mejor reflejo de que nadie estaba realmente eufórico con los resultados, aunque al final cada cual los venda según sus intereses.
Y si a nivel nacional se ha querido extrapolar los resultados, también es justo hacerlo a nivel comarcal, y en esta análisis cabe destacar que el PSOE no sólo ha ganado las elecciones en el Campo de Gibraltar, sino que ha mantenido su hegemonía, ya que la victoria socialista en la provincia se ha basado en los pueblos. Por eso, el incremento del PP algecireño aguantando el linense es más ácido que dulce, ya que se suponía que llegaba a estos comicios con unos alcaldes socialistas supuestamente más débiles -el caso de Los Barrios es significativo- y con el tirón del ascenso del PP nacional pero no logra despegar del todo. Otra bajada clara es la de IU en la comarca además del PA que sólo aguantaen Los Barrios.