Abengoa y sus acreedores han llegado a un
acuerdo para la reestructuración del grupo nueve meses después de pedir el preconcurso, aunque los síntomas de la crisis de la empresa de ingeniería andaluza habían comenzado un año antes.
Noviembre 2014. En las cuentas de los nueve primeros meses de 2014, Abengoa publicó unos datos de deuda que levantaron dudas entre los analistas, lo que derribó su acción en bolsa.
Diciembre 2014. La compañía andaluza actualiza su plan de optimización de la estructura financiera para afrontar las dudas sobre su solvencia.
Enero 2015. Abengoa acuerda con el fondo EIG crear una sociedad para adquirir activos en construcción del grupo sevillano por más de 8.500 millones de euros.
Mayo 2015. El consejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, abandona el liderazgo del grupo para ser sustituido por el entonces consejero delegado de la filial estadounidense, Santiago Seage.
Julio 2015. El 23 de julio, un nuevo desplome en bolsa fuerza un avance de los resultados, que pese a mejorar los ingresos no detienen la caída de la cotización. Una semana después, el grupo rebaja sus previsiones de ingresos y ebitda, al tiempo que anuncia desinversiones por entre 1.800 y 1.900 millones.
Agosto 2015. Tres días después, el 3 de agosto, Abengoa anuncia que lanzará una ampliación de capital de 650 millones para recapitalizar la sociedad y amplía el programa de desinversiones.
Septiembre 2015. El 24 de septiembre, Abengoa anuncia la sustitución de su presidente, Felipe Benjumea, por José Domínguez Abascal. Ese mismo día anuncia más desinversiones, limitación de las inversiones y suspensión del dividendo.
Octubre 2015. La junta de accionistas de la compañía da el visto bueno a la ampliación de capital y el plan de recapitalización.
Noviembre 2015. La firma llega a un acuerdo con el grupo industrial Gonvarri por el que éste entrará en el capital. El día 25, Abengoa solicita el preconcurso de acreedores después de que su plan de recapitalización, que pasaba por la entrada de Gonvarri, se tornara imposible por no cumplirse las condiciones requeridas de financiación. Unos días después, Seage renuncia a su cargo y el poder ejecutivo se concentra en el presidente.
Las primeras reuniones con sus acreedores afloran dudas sobre la deuda real. Varios bonistas demandan a la compañía por administración desleal.
Diciembre 2015. Abengoa y sus acreedores pactan una primera línea de liquidez para afrontar pagos urgentes por 106 millones. La Audiencia Nacional admite una querella contra Benjumea y Sánchez Ortega por posible administración desleal en el cobro de sus indemnizaciones.
Enero 2016. Abengoa elabora un plan de viabilidad que dibuja una empresa más pequeña, centrada en la ingeniería, e incluye un ambicioso plan de desinversiones.
Febrero 2016. Continúan las negociaciones mientras se ejecutan las primeras desinversiones. El pago de la nómina de los trabajadores se retrasa por falta de liquidez. El grupo aflora unas pérdidas de 1.213 millones en 2015.
Marzo 2016. Abengoa nombra presidente ejecutivo a Antonio Fornieles. El día 10, la compañía y sus principales acreedores acuerdan la inyección de entre 1.500 y 1.800 millones en el grupo, del que controlarán el 95 % del capital.
El 28 de marzo, fecha límite del preconcurso, Abengoa presenta al juez una solicitud de contrato de espera o "standstill" para ampliar el plazo de entrega del plan.
Abril 2016. El juez homologa la ampliación del plazo para entregar la documentación y adhesiones al plan de reestructuración hasta octubre.
Mayo 2016. Abengoa anuncia un ajuste de plantilla de 500 personas.
Junio 2016. El presidente del grupo anuncia que ha logrado un preacuerdo con los principales acreedores para salvar la firma.
Julio 2016. La falta de liquidez obliga a Abengoa a aplazar el abono de la paga extra de verano y a retrasar durante una semana el ingreso de la nómina de julio para parte de los trabajadores.
Agosto 2016. Abengoa y sus acreedores acuerdan un plan de reestructuración que implicará la inyección de 1.170 millones de euros a cambio de ceder el 90 % del capital a fondos, banca y bonistas.
Ahora, el grupo tiene que presentar el plan al juez para su homologación y recabar el apoyo de los dueños de al menos el 75 % de la deuda, así como lograr el aval de la junta para articular la propuesta, antes del 28 de octubre, fecha límite para salir del preconcurso y evitar el concurso de acreedores.