¿Qué mueve a una estrella multimillonaria del rock acostumbrada a llenar estadios a hacer giras en pequeñas salas? Pues el amor a la música, sin duda, y para comprenderlo solo hay que ver la sonrisa de Steve Harris durante un concierto de British Lion, su proyecto paralelo a Iron Maiden.
La banda británica de rock ha pasado por nuestro país en el comienzo de una gira que incluye 27 conciertos en 33 días de viaje por Europa. Sin duda, es una paliza, pero viendo cómo disfrutan en escena recordamos el refrán que asegura que sarna con gusto no pica.
El fin de estos conciertos en pequeñas salas es la de sentir cerca al público, algo que Harris hace ya décadas no puede conseguir con Iron Maiden. Este objetivo se nota en cada gesto, en cada mirada y en cada preparativo para la actuación. En la Sala Custom de Sevilla, lo primero que hizo el Jefe fue pedir a la organización que estrechara el foso de los fotógrafos para que el público estuviera un metro más cerca del escenario, tanto que se le podía tocar estirando los brazos. Y él, entregado desde el minuto uno, paseó su incombustible bajo sobre las primeras filas en varias ocasiones.
Harris se entregó en escena sin medir esfuerzos, tal y como hace cuando lidera a Iron Maiden en giras mastodónticas. Su capacidad de adaptación le permite pasar de grandes escenarios en pabellones o estadios a salas casi familiares con menos de doscientos espectadores. Y lo borda.
Sin escatimar esfuerzos, dejó las labores de presentación al vocalista Richard Taylor, pero por razones evidentes todos los focos se centraban en la majestuosa presencia del bajista que más ha aportado al heavy metal.
El espectáculo de Sevilla fue grabado tanto en vídeo como en audio para editar un próximo disco en directo aparte de grabar los temas nuevos que presentaron. Porque debemos recordar que British Lion únicamente tiene un disco (2012), pero hace tiempo que dispone de más canciones para grabar el siguiente cuando el calendario de Iron Maiden lo permita.
Debo reconocer que me sorprendió muy gratamente el show. Pensaba que en directo la banda sería una más de las miles que hay en el panorama rockero, siendo la presencia de Harris su único aliciente. Y lo cierto es que la segunda premisa es casi imposible eliminarla, pero British Lion ofreció un concierto impecable y para nada se trata de una banda de medio pelo hecha para el lucimiento personal de su miembro estrella, que da su sitio a los compañeros e incluso los lanza a primera línea por momentos.
El sonido, perfecto, hizo honor al poderoso sonido del bajo y las compenetradas guitarras. Salvo un par de patinazos de la batería, el espectáculo rozó la perfección, superando las expectativas de los presentes, como así lo aseguraba la mayoría de comentarios post-concierto.
Para finalizar una espectacular noche, Harris atendió pacientemente a todos los fans que así lo requirieron tanto para firmar autógrafos como para fotografiarse. Sin duda, un lujo para los fans tanto de Iron Maiden como de British Lion, que sí, los hay y cada vez más tras disfrutarlos en directo.
SETLIST
This is my God
Lost worlds
Father Lucifer
The burning
Spitfire
The chosen ones
These are the hands
Bible Black
Guineas and crowns
Last chance
Us against the world
A world without heaven
Judas
Let it roll
Eyes of the young
