Se trata de actuar “ante lo inevitable” que es un tranvía circulando por el centro de la ciudad. Así, se pretende “hacer atractivo este nuevo ‘formato’” de compra en la ciudad, basado en un sistema de transporte que hará que el centro “deje de ser accesible en automóvil”. Por tanto, se quiere evitar la “fuga de clientes” que prefieran acudir en coche a las grandes superficies y atraer nuevos clientes que encuentran “nuevos alicientes y comodidades” en esta nueva forma de compra.
Los tres pilares en los que se basa ese paquete de medidas son: las compensaciones fiscales con las que paliar las pérdidas por las obras y la implantación de nuevos negocios en la zona; medidas promocionales para impulsar la “nueva tipología de compra” que surge con el tranvía y el impulso de una ‘locomotora’ comercial como puede ser un centro de ocio en el centro. El documento ha sido entregado tanto al Gobierno andaluz como al Ayuntamiento de Jaén, administraciones que tienen competencias en el área.
La promoción del comercio del centro es otro de los pilares de esa ‘hoja de ruta’ planteada por el comercio. En especial, se pretende hacer hincapié en la “necesidad social” de apostar “ahora más que nunca” por este área comercial y en promover una nueva “tipología de compra” que surge con el cambio que supondrá el tranvía a través de una campaña bajo el lema ‘De compras con tranvía’. En concreto, se reclama una “fuerte” inversión publicitaria para promocionar el comercio tradicional “urbano y estable”, partidas presupuestarias específicas para la dinamización de la zona tras las obras y una gestión beneficiosa de los aparcamientos públicos.
El último bloque se centra en la apuesta por la implantación de una “locomotora” comercial que van desde unos multicines, una bolera, un supermercado de cadena, una zona recreativo-deportiva o un centro de servicios. En concreto, Comercio Jaén plantea dos tipos de proyectos: privados, como es un centro de ocio para el que se darían facilidades para su ejecución, y públicos con un Centro de Servicios Añadidos al Comercio, surgido de una colaboración Junta-comerciantes.
La Junta, “muy receptiva”
Este cambio en el discurso de los comerciantes ha sido bien recibido por el Gobierno andaluz, encargado de ejecutar la obra del tranvía en la ciudad. La Consejería de Obras Públicas destaca que se trata de un documento que "va muy en la línea del que creemos que son los objetivos a cumplir”. El delegado provincial, Rafael Valdivielso, afirma que son planteamientos muy similares a los hechos en ciudades como Málaga, Sevilla y Granada con la implantación del metro.
Al margen de las medidas concretas que se hayan puesto sobre la mesa, el Gobierno andaluz lo que valora es el gesto de un sector comercial que lo ha tenido enfrente desde el comienzo de la legislatura, con proyectos como la estación de autobuses. “Es bueno que se vea al sector comercial como un aliado del desarrollo comercial del entorno del tranvía”, resalta Valdivielso, quien recuerda que en Sevilla se convirtió en “un revulsivo comercial”, por lo que en Jaén “debe ser así”.
En cuanto a los plazos para consensuar un paquete de proyectos, Valdivielso destaca que no existe nada concretado aunque a lo largo de este mes se celebrará, previsiblemente, una reunión a tres bandas (Ayuntamiento, Junta y comerciantes) para establecer una planificación.
Consistorio-comercio, una difícil relación
La relación existente entre el Ayuntamiento y los comerciantes de la ciudad ha estado marcada, en los dos últimos años, por los enfrentamientos por proyectos importantes como el propio sistema tranviario, la semipeatonalización de la céntrica calle Bernabé Soriano o los diversos ‘plantes’ del mercado de San Francisco. No obstante, para llevar a cabo este Plan de Reinvención del comercio en el centro, la colaboración municipal es muy importante puesto que el primero de los bloques se centra principalmente en compensaciones fiscales que son competencia municipal. En este sentido, son planteamientos que tienen, más bien, un objetivo de ‘contención’. Según se explica en el documento, tiene el fin de paliar las pérdidas originadas en las obras, incentivar la implantación de nuevos negocios y promover reformas en los locales aprovechando la escasez de clientela. Entre otras, destacan la reducción del 30% del IBI, la anulación de las tasas de la ocupación de la vía pública o la reducción del 40% en las licencias de apertura.