Hace bien el Presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno de acordarse de los agentes sociales ahora que tenemos un panorama inquietante. Ante los nubarrones que se aproximan, con el Brexit, y lo que llama “parálisis” del gobierno de Pedro Sánchez, apela a la paz social, esto es, a un entendimiento básico con los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO y la patronal CEA, para tratar de sortear las dificultades por medio de un diálogo que aleje la conflictividad laboral y ayude a la mejora de la calidad del empleo y en favor del progreso de nuestra tierra. No es que Moreno se acuerde de Santa Bárbara cuando truena es que, con toda la lógica del mundo, ha llegado a la conclusión de que una comunicación fluida entre todas las partes implicadas es la mejor garantía para el desarrollo equilibrado de Andalucía. Tanto es así que, convencido de la bondad de este procedimiento, se ha comprometido a mantener encuentros entre los representantes de los sindicatos y empresarios cada mes y medio.
No muy atrás quedan los tiempos en los que desde el ámbito de la derecha andaluza se demonizaban a esas organizaciones y se arrojaba al vertedero ese mismo concepto de la “paz social” que tanto entusiasmo causa ahora al nuevo inquilino de San Telmo. Como él mismo admite, un gobierno cuyo principal valor es elde la estabilidad requiere tener cerrado el frente sociolaboral. Es imprescindible, de ahí que lo que antes era perverso y perjudicial ahora resulta esencial y positivo. Las secretarias generales de dichos sindicatos, Carmen Castilla y Nuria López, respectivamente, que acudían a la cita sin mucho entusiasmo que digamos, pudieron escuchar con sorpresa de boca del mismo presidente su apelación a esa paz social que con tanto desprecio llegaban a denostar. Bien está lo que bien acaba pensarían para, seguidamente, reclamar algo más que buenas palabras.
Hay que pasar a los hechos y que no quede todo en una foto amigable. ¡Con lo que se ha dicho y escrito de esas comparecencias en la etapa socialista! Así que la mejor forma es a través del diálogo que ha de desembocaren la concertación social, igualmente, antes ferozmente criticada. No hay otra manera. Si como dice Moreno se quiere más y mejor empleo y salud laboral, trabajar en favor de las Políticas Activas de Empleo y el desarrollo y fortalecimiento de nuestro tejido empresarial, se requiere de grandes acuerdos para que todos se impliquen en el diseño y ejecución de las medidas que se lleven a cabo. Andalucía fue pionera en esa vía de coparticipación en la vida política y , aunque con deficiencias graves, se consiguieron importantes objetivos. En verdad, en política todo está ya inventado.
